La Audiencia de Barcelona ha condenado a dos penas de prisión permanente revisable a un hombre por el asesinato en 2019 de un matrimonio de ancianos.
Los crímenes fueron cometidos con el propósito de ocultar que previamente les había robado dinero y joyas.
Según el fallo, la sentencia condena al hombre, por cada uno de los dos asesinatos, a una pena de prisión permanente revisable, así como a indemnizar al hijo y a las nietas de las víctimas, con cuantías que suman un total de 250.000 euros.
La sentencia, que ha estimado la petición de doble prisión permanente revisable solicitada por la Fiscalía, se ha dictado tras el veredicto del jurado, que le declaró culpable del doble crimen, que cometió tras ganarse la confianza del matrimonio de ancianos con el objetivo de robarles y estafarles.
De acuerdo con el escrito de acusación del fiscal, el acusado trabajaba en 2019 como comercial del sector de productos relacionados con la salud y el bienestar de personas de la tercera edad.
El ministerio público sostiene que, desde al menos marzo de ese año, comenzó una relación profesional con este matrimonio, lo que hizo que asistiera con frecuencia al domicilio de la pareja, de la que fue ganándose su confianza.
Además, subraya que el acusado, aprovechándose de la fragilidad de las víctimas propia de su situación médica y de la necesidad de compañía que tenían, consiguió venderles gran cantidad de productos relacionados con la salud, la mayoría de ellos innecesarios, con los que obtenía grandes sumas de dinero.
"A través de esa relación comercial y personal, el acusado tuvo acceso a los datos de filiación y de la tarjeta bancaria", hecho que aprovechó para darse de alta de una empresa dedicada a las transacciones financieras y para realizar cuatro extracciones de dinero en varios cajeros.
Al percatarse las víctimas, pidieron explicaciones al procesado y este, con el objetivo de evitar las consecuencias del descubrimiento de sus actos delictivos anteriores, atacó a los dos ancianos con un instrumento cortante y les asestó varios golpes, provocando la muerte de ambos.
El fiscal detalla que, tras acabar con la vida del matrimonio de ancianos, el acusado se apoderó de joyas y de oro que, después, vendió en un local de compraventa, algunas de las cuales fueron reconocidas por el hijo del matrimonio asesinado durante el juicio celebrado en la Audiencia de Barcelona.
Según el ministerio público, el acusado cometió los dos asesinatos con alevosía y ensañamiento, aprovechándose de la vulnerabilidad de los ancianos, a los que atacó de manera "sorpresiva".