Consejos para cuidar a tu mascota este verano
Perros y gatos son los más delicados, pero también nuestras aves, peces, conejos, roedores y tortugas necesitan unos cuidados especiales para pasar el verano sanos y felices
Cuidar de las mascotas en verano es una de las principales preocupaciones de quienes comparten su vida con un animal.
El calor les afecta todavía más que a los humanos ya que no regulan la temperatura como nosotros. Por eso es especialmente importante extremar las precauciones durante esta época.
Siguiendo estos sencillos consejos podremos conseguir que nuestras mascotas puedan pasar el verano sanos y felices.
Perros y gatos, los que más cuidados necesitan
Tanto perros como gatos son, probablemente, los animales que más acusan el calor. Esto se debe en gran medida a que ambas especies poseen un buen pelaje y, además, tienen dificultades para regular su propia temperatura.
Para ayudarles en esta tarea, conviene seguir estas diez sencillas pautas:
- Vigilar su alimentación. Perros y gatos suelen comer menos en verano y su comida debe ser especialmente hidratante, por lo que es fundamental aumentar la pauta de comida húmeda. Lo ideal es darles de comer en las horas menos cálidas del día, como a primera hora de la mañana o por la noche.El verano es el momento de darse algún "capricho", pero esto no incluye las sobras de comida de los humanos. Es mejor ofrecerles desde daditos de frutas, a helados caseros que les refresquen y les hidraten.
- La clave está en el agua. Perros y gatos tienen que tener agua limpia y fresca a su disposición las 24 horas del día.A veces pueden dejar de beber simplemente porque el agua se calienta, así que recuerda dejar el bebedero a la sombra o prueba a poner algún cubito de hielo en el agua.También se pueden preparar juguetes caseros con el hielo y unos granos de pienso. Recuerda pasarlos por debajo del agua para que la lengua no se le enganche antes de dárselos.
- Cuidar del pelo. Es fundamental mantener una pauta regular de cepillado tanto en el caso de los perros como de los gatos para eliminar el pelo muerto, ayudándoles así a regular su temperatura y mantener sana la piel. También es importante evitar que estén mucho tiempo húmedos y eliminar el agua salada con un baño con agua dulce si se bañan en el mar.Si el perro tiene el pelo largo, es conveniente recortarlo, sobre todo en la barriga. Pero hay que dejar aproximadamente unos 2-3 centímetros de longitud ya que el pelo en parte protege del calor y de las quemaduras solares.Por último, existen cremas solares especialmente adaptadas para aquellas razas que sufren especialmente a causa del sol.
- Conocer los síntomas del golpe de calor y atajarlo. El golpe de calor es uno de los principales causantes de mortalidad en mascotas, por eso, es fundamental saber detectarlo para poder tomar medidas.Para ello, hay que estar alerta ante estos indicadores: Ojos muy rojos, babeo excesivo, dificultad para respirar, taquicardia y piel muy seca y poco elástica.
- Un lugar para el descanso. Es muy importante que nuestra mascota tenga un lugar fresco y protegido del sol donde descansar, sobre todo en las horas más cálidas del día. Es recomendable refrescar el ambiente con un ventilador o aire acondicionado.Otra opción es mojarlo de vez en cuando, sobre todo en la cabeza y en el tronco o poner en el jardín una piscina o llevarlos a la playa a darse un chapuzón, si tenemos esa opción. España cuenta ya con un gran número de playas donde está permitido que nuestras mascotas nos acompañen.Por último, aunque en verano muchos perros prefieren descansar en el suelo, en el mercado también puedes encontrar camas levantadas del suelo o camas hechas de material transpirable y esterillas refrigerantes que les ayudan a mantener la temperatura corporal.
- Actividad física sí, pero con cuidado. Es importante sacarlos a pasear en los momentos en los que hace menos calor y evitar que haga ejercicio intenso. Las caminatas cortas y las breves salidas para que hagan sus necesidades están bien, pero intenta que sean a la sombra y en las horas más frescas de la mañana o el anochecer.Los perros de edad avanzada, los que tienen sobrepeso, los que tienen un pelaje grueso o una nariz hundida (como los bóxers, los pugs y los pekineses) corren más riesgo de sobrecalentarse. Por eso es importante llevar siempre agua a mano y no olvides que la acera, el asfalto, la arena o incluso la tierra pueden alcanzar temperaturas muy altas que podrían causarles quemaduras en las almohadillas de las patas.
- Cuidado con los parásitos y mosquitos. Los mosquitos y los parásitos proliferan en verano e incrementan sus"ataques" en épocas de altas temperaturas.Debemos vigilar a nuestras mascotas al andar por el campo, en zonas boscosas o ajardinadas y alejarnos de aquellas zonas donde haya hormigueros, avispas, garrapatas y orugas procesionarias. También es importante proteger a nuestro animal con productos antiparasitarios, como collares y pipetas.
- ¿Solos en el coche? Ni un ratito. Nunca dejes a tu mascota solo en el coche. Ni siquiera con las ventanas medio abiertas, ni a la sombra, ni para hacer un recado rapidito. Nunca. En verano el coche se recalienta en exceso, auqnue esté en la sombra, así que si dejas a tu perro encerrado, aunque sea por poco tiempo, puede sufrir terribles consecuencias.
- Su espacio y sus cosas. Los animales extrañan mucho su espacio y sus dinámicas cuando salen fuera del hogar. Por eso si este verano tienes pensado llevártelo contigo en tus vacaciones procura que el animal tenga su propio espacio y, si es posible, llévale su cama, su comedero y sus juguetes favoritos para que el cambio no le provoque un estrés innecesario.
- Revisiones veterinarias. Acudir de manera regular a una consulta veterinaria es algo esencial durante todo el año, pero se vuelve todavía más importante cuando llega el verano para detectar cualquier problema de salud de manera temprana y prevenir enfermedades relacionadas con el calor, parásitos y otros riesgos estacionales.El veterinario puede proporcionar recomendaciones específicas para proteger a tu mascota durante el verano, como vacunas adicionales, tratamientos antiparasitarios y consejos sobre nutrición y cuidados.
Conejos y roedores, la clave está en la hidratación
Al igual que en el caso de perros y gatos, la cave para el cuidado de conejos y roedores durante los meses más cálidos del año está en el agua.
- Agua fresca siempre. Al igual que en el caso de los perros y los gatos, hay una variante que no cambia en lo que respecta a cuidar de las mascotas en verano: el agua.La clave está que siempre tengan agua limpia y fresca en un bebedero adecuado.
- Los alimentos, también frescos. Para mejorar todavía más su hidratación, es fundamental darles a diario frutas y verduras frescas ricas en agua. Eso sí, cuidado con pasarnos, hay que respetar siempre las cantidades diarias recomendadas para cada especie.
- ¿Y la jaula? Pues en un lugar fresco. Aunque durante el resto del año tengamos su espacio en un lugar cálido de la casa, es momento de encontrar el espacio más fresco, por ejemplo en un sombra o en un lugar ventilado de la casa.Ésto es especialmente importante en el caso de los hurones y los jerbos.
- Tomar el sol, pero con cuidado. Tanto a los conejos como a otros roedores les encanta el sol.El sol es una excelente fuente de vitamina D y por eso muchas personas sacan a sus mascotas al aire libre, cosa que, sin duda, agradecen. Eso sí, hay que evitar siempre las horas centrales del día, en las que hace más calor. Y, por supuesto, si vamos a dejar que correteen libres por nuestro jardín, que siempre sea con supervisión.
Peces, no tocar
Si eres de los que han optado por tener un acuario o una pequeña pecera en tu casa y te estás planteando qué hacer con los peces en vacaciones, la respuesta es sencilla: no los toques.La mejor opción es dejarlos exactamente como están.
No solo no toleran bien los viajes sino que, incluso, pueden ser peligrosos para ellos.
Por eso, lo ideal es buscar alguien que los supervise de vez en cuando y que controle su alimentación y el estado del agua.
Tortugas de agua, algo más que ponerlas al sol
Durante los últimos años se puso de moda adquirir como mascotas tortugas de agua. Una animal aparentemente sencillo de mantener ya que no hay que sacarlo a pasear o hacer sus necesidades.
Sin embargo, el abandono de tortugas (en demasiadas ocasiones en la propia naturaleza, lo cual está prohibido y puede causar un gran perjucio al entorno) también se ha multiplicado de forma exponencial.
Los cuidados de las tortugas de agua son sencillos, pero van más allá de sacarlas al jardín a tomar el sol.
Para que esta época veraniega sea satisfactoria para su salud, tendremos que preparar convenientemente el espacio además de tener en cuenta determinadas precauciones.
- Un entorno adecuado. Asegúrate de que la tortuga tenga un acuario lo suficientemente grande para nadar y moverse cómodamente. El tamaño recomendado es de al menos 37 litros de agua por cada 2,54 centímetros de caparazón de la tortuga.
- Agua limpia y a una temperatura adecuada.Es importante controlar la temperatura del agua y cambiarla con frecuencia para que esté lo más limpia posible. Durante el verano, es común que el agua se ensucie más rápidamente debido al mayor consumo de alimentos y la actividad de la tortuga.
- Supervisar la exposición solar. Aunque las tortugas necesitan (y disfrutan) de la luz solar para la producción de vitamina D3, es importante evitar la sobreexposición. Asegúrate de que la tortuga tenga acceso a zonas sombreadas en el acuario para que pueda regular su exposición al sol.
- Cuidado con el apetito. Durante el verano, las tortugas acuáticas suelen tener un mayor apetito, por lo que conviene proporcionarles una dieta rica en vegetales, frutas y ocasionalmente proteínas animales.
- Proporcionar entretenimiento y estimulación.Al igual que sucede con los humanos, a las tortugas también les gusta divertirse en el verano. Juguetes flotantes, elementos para trepar, cambios en la disposición del acuario o la adición de plantas vivas para explorar, son una buena opción para proporcionarles un poco de esa diversión.
Aves, jaulas relucientes
Los cuidados de las aves en verano no difieren, en gran medida, de los del resto del año. Lo más importante es cuidar su hidratación y su alimentación.
Una cosa a tener en cuenta es que, al final del verano, las aves mudan la pluma, lo cual les supone un gran gasto de energía. Para ayudarles en esta ardua tarea conviene variar su dietae incrementar la presencia de frutas.
En lo que sí tendremos que ser sumamente cuidadosos es en la higiene de la jaula. El calor es un caldo de cultivo perfecto para determinadas enfermedades víricas, por lo que hay que cambiar sus jaulas y bebederos, eliminando cualquier resto de comida y excrementos.
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