Los virólogos Antonio Alcamí y Bruno Hernáez en su laboratorio del CSIC | CSIC
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Un equipo internacional de científicos ha descubierto más de 130.000 nuevos virus de ARN (como es el coronavirus SARS-CoV-2) a través de una nueva herramienta informática, lo que supone un incremento de hasta diez veces el número de especies virales de ARN descritas hasta la fecha.

Los hallazgos, que se publican en la revista Nature, se han logrado tras analizar 5,7 millones de muestras biológicas recogidas a lo largo del planeta durante los últimos 15 años. En este estudio participa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

"Sorprendentemente, estos virus se encontraron también en muestras medioambientales recogidas en lagos y suelos de todo el mundo, y cuyos huéspedes serían por el momento desconocidos"

Para este análisis, explica el centro español, el equipo multidisciplinar desarrolló Serratus, una infraestructura de computación en la nube (Amazon Web Services, AWS) que, usando un clúster de 22.500 procesadores informáticos (CPUs), permitió búsquedas masivas de secuencias virales en los millones de Gigabytes (Petabytes) de datos de secuenciación disponibles en bases de datos públicas.

El análisis detallado de ciertas familias virales permitió el descubrimiento de más de 30 nuevas especies de coronavirus, incluyendo ejemplos en vertebrados acuáticos como peces y anfibios cuyos coronavirus presentaron un genoma segmentado en dos fragmentos, una característica descrita en otras familias de virus pero no detectada antes en ningún miembro de los coronavirus.

“Vidrios y arcillas para inactivar los virus”

En el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas de València (IBMCP) utilizaron Serratus para el análisis del virus causante de la hepatitis D humana, un agente viral llamado Delta, de tamaño genómico mínimo y origen desconocido. Esto permitió al investigador del CSIC en IBMCP, Marcos de la Peña Rivero, detectar virus similares en multitud de otros animales, incluyendo no sólo mamíferos y otros vertebrados, sino también invertebrados.

"Sorprendentemente, estos virus se encontraron también en muestras medioambientales recogidas en lagos y suelos de todo el mundo, y cuyos huéspedes serían por el momento desconocidos", ha sostenido.

Una conexión viral

Una de las novedades que ha desvelado el estudio, es la presencia de formas virales con genomas ultra-compactos y de tamaño ínfimo. "Este descubrimiento permite avanzar una conexión evolutiva cercana entre virus tan distantes como la hepatitis D humana y los agentes subvirales de plantas llamados 'viroides'", ha asegurado de la Peña.

Alertan de que virus como el de la gripe pueden resurgir de forma más agresiva

Para los expertos, esta herramienta (Serratus) puede ser de gran utilidad para caracterizar la diversidad planetaria de todos los virus existentes y prepararse ante posibles nuevas pandemias, cuyas devastadoras consecuencias sufrimos con enfermedades virales emergentes como la Covid-19.