¿Desviar un asteroide estrellando una nave en él? La NASA va a averiguar si es posible
la energía del impacto será comparable a la explosión de tres toneladas de trinitrotolieno (TNT)
SERVIMEDIA
La NASA realizará entre el 26 de septiembre y el 1 de octubre un experimento en el que una nave espacial chocará con un asteroide para intentar cambiar ligeramente su trayectoria y probar así si el método serviría para evitar una hipotética colisión de un cuerpo celeste así contra la Tierra.
En concreto, la nave espacial DART chocará con el asteroide Dimorphosa una velocidad de 6,5 kilómetros por segundo, y se estima que la energía del impacto será comparable a la explosión de tres toneladas de trinitrotolieno (TNT).
Es la primera misión a gran escala de la historia que probará tecnología de defensa de la Tierra contra posibles impactos de asteroides o cometas. La nave espacial construida para la misión se lanzó hacia el Dimorphosa el pasado 24 de noviembre.
Otra misión atractiva que tiene planeada la NASA de forma inminente es el lanzamiento del sistema de exploración lunar Artemis el día 29 de este mismo mes, desde el Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, Florida.
Se trata de una prueba de vuelo sin tripulación que proporcionará una base para la exploración del espacio, y el primer paso para establecer una base lunar. Durante este vuelo, la nave viajará a unos 450.600 kilómetros de la Tierra en un viaje de unas tres semanas.
Además, Crew-5, una misión conjunta entre la NASA y SpaceX, despegará desde el mismo Centro Espacial Kennedy el 29 de septiembre con una astronauta rusa, Anna Kikina, junto a los de la NASA Nicole Mann y Josh Cassada y el japonés Koichi Wakata. Viajarán a la Estación Espacial Internacional para una misión científica de seis meses en su laboratorio de microgravedad.
Finalmente, la NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica lanzarán el 1 de noviembre la misión del satélite meteorológico y climático JPSS-2, que circulará por la Tierra de polo a polo y cruzará el Ecuador unas 14 veces al día, proporcionando una cobertura global completa dos veces al día. Desde 824 kilómetros de altura, recogerá datos que informarán sobre los pronósticos meteorológicos, los eventos climáticos extremos y el calentamiento global.