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La Policía detuvo el año pasado a 750 personas por injurias, amenazas y delitos contra la intimidad en internet, el triple que el año anterior, según el balance de la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT) del cuerpo.

Un aumento significativo de las detenciones que la Policía atribuye al incremento generalizado de la utilización de teléfonos móviles inteligentes, los smarthphones, y el uso de aplicaciones de mensajería y de conexión a redes sociales desde estos dispositivos.

Solo la unidad central de investigación tecnológica abrió el año pasado 76 nuevos casos de delitos contra las personas y la intimidad a través de internet que afectaban a adultos, unas investigaciones que concluyeron con 65 detenidos.

Pero la mayoría de expedientes tuvieron a los menores de estos delitos como víctimas. 103 hechos investigados y 262 detenidos.

Los casos se multiplican hasta los centenares si además de la unidad central la Policía incluye las denuncias interpuestas y las pesquisas desarrolladas en las comisarías locales.

Así, los detenidos por injurias, amenazas y delitos contra la intimidad entre adultos alcanzan los 250 y se dispara hasta superar los 500 al contabilizar este tipo de delitos entre menores, como el "sexting" (compartir fotos sexuales vía Internet o SMS), el "grooming" (chantaje sexual) y otras formas de acoso por internet o cyberbullying.

La Policía recuerda que la revelación de secretos de terceros, atentar contra el honor o la intimidad de otras personas, las injurias graves o las amenazas directas, además de otras variadas formas de ciberacoso son frecuentes entre internautas y, sobre todo, son delito.

E insisten: en el caso de que se haya producido un delito o daño contra el honor o la imagen, "debe denunciarse en una comisaría o en el juzgado, aportando todos los detalles posibles".

La BIT aconseja además ignorar y bloquear a los internautas que acosan por correo electrónico, o a través de los perfiles de las redes sociales.