Los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional han desarticulado en Barcelona, en una operación conjunta, una de las organizaciones criminales más activas especializada en robos con fuerza en domicilios, tras la detención de 87 personas. Los robos se producían sobre todo en Barcelona, pero también se han producido asaltos en Madrid.
Según han informado ambos cuerpos policiales en una nota conjunta, 26 de los detenidos lo han sido por diversos delitos; de ellos 14 se encuentran ya en prisión preventiva y otras 61 personas fueron arrestadas por infracción de la Ley de Extranjería.
A los detenidos, la mayoría de origen georgiano, se les imputan más de 70 robos con fuerza en domicilios, principalmente en Barcelona, en otras ciudades de Cataluña, como Martorell, Cerdanyola del Vallès, Tarrasa, Sitges, Berga, Abrera, Mataró, Santa Coloma de Gramanet y Montcada i Reixac, y también en Madrid.
La organización tenía un carácter itinerante, con gran movilidad por diferentes puntos del territorio nacional, y trabajaba en baterías de hasta cinco personas.
Los investigadores averiguaron que en el interior de un centro escolar 'okupado' en Barcelona llegaron a reunirse más de 100 personas de origen georgiano, todos ellos con numerosos antecedentes policiales en diferentes países de la Unión Europea. La banda se organizaban en baterías o subgrupos de hasta cinco personas, que salían por las noches a cometer robos en viviendas ubicadas en las inmediaciones del edificio ocupado, y también en otros distritos de la ciudad o municipios de la demarcación de Barcelona.
Pisos vacíos
Antes de perpetrar los robos, colocaban unas marcas -pequeñas piezas de plástico- en los marcos de las puertas de entrada, con la finalidad de saber si los ocupantes de los pisos se encontraban o no en el interior. Una vez que se cercioraban de que el piso estaba vacío, manipulaban la cerradura y accedían al domicilio para materializar el robo. La banda también realizaba hurtos en establecimientos comerciales concurridos, tanto de la ciudad de Barcelona como de otros municipios de su área metropolitana.
La operación para desarticular la banda se realizó en diferentes fases, y las primeras detenciones tuvieron lugar en el mes de enero de este año, que concluyó con el desalojo total del edificio 'okupado' en Barcelona. La operación, denominada Merlín-Taka, se ha saldado con la detención de 26 personas, 14 de las cuales ingresaron en prisión preventiva- por diversos delitos de robo con fuerza, pertenencia a organización criminal y receptación, mientras 61 personas más fueron igualmente detenidas por infracción de la Ley de Extranjería.
Los agentes también registraron la sede de la organización desarticulada, en el centro educativo okupado, y el domicilio de uno de los investigados, en la localidad de Castelldefells, donde se realizaban las labores de receptación de los efectos robados. En los registros se intervinieron numerosas herramientas para fabricar ganzúas y sistemas de aperturas de puertas, 1.200 euros en efectivo, gran cantidad de joyas, cuatro lápices de memoria y dos ordenadores.