El detenido es D.H.F.C., un hombre de nacionalidad pakistaní, de 43 años, que se presentó de manera voluntaria en el Cuartel de la Guardia Civil de Arganda del Rey en la noche del domingo.
El hombre reconoció la participación en los hechos relacionados con el triple homicidio de los hermanos de Morata de Tajuña.
La identidad de este hombre coincide con la del principal sospechoso que manejaban los agentes del Grupo de Homicidios, ya que es el mismo que el pasado año agredió a una de las hermanas asesinadas. Fue detenido acusado de un delito de lesiones el 24 de febrero de 2023.
Concluida la instrucción de este procedimiento, se dio traslado para su enjuiciamiento al Juzgado de lo Penal nº 2 de Alcalá de Henares que, con fecha de 12 de septiembre de 2023, celebró la vista y dictó sentencia, por la que se condenaba a dos años de prisión al procesado, y se le prohibía aproximarse a menos de 500 metros y comunicarse con la víctima durante dos años y seis meses, después de que el Ministerio Público modificara su calificación provisional y la defensa se adhiriera a esta nueva calificación.
La sentencia fue, pues, de conformidad y alcanzó firmeza, circunstancia que permitió a la defensa solicitar el beneficio de la suspensión de la ejecución de la pena privativa de libertad, sin oposición de las partes.
Comprobado que el acusado reunía los presupuestos legalmente exigidos para la concesión del beneficio -habida cuenta de que de carecía de antecedentes penales y había asumido el compromiso del pago de las responsabilidades civiles declaradas en sentencia (2.900 euros de indemnización a la víctima)-, el Juzgado otorgó la suspensión de la ejecución de la pena, condicionada al cumplimiento de no delinquir en dos años y seis meses y satisfacer la indemnización a la que se había comprometido.
Una pistola de fogueo
La Guardia Civil halló el viernes un pistola de fogueo simulada en la vivienda donde encontraron el jueves los cuerpos. Los agentes creen que adquirieron la pistola simulada para defenderse de esta y otras personas que les habían amenazado.
Fuentes de la investigación indican a Europa Press que las pesquisas se centran en el entorno cercano de las víctimas, que habían pedido dinero a muchos vecinos. Ni las puertas ni las cerraduras estaban forzadas cuando entraron ayer los agentes. Las ventanas y persianas sí estaban cerradas.
El alcalde de Morata de Tajuña, Francisco Villalaín, aseguró que un hombre que alquiló durante meses una habitación en la casa de los hermanos tuvo un enfrentamiento con Amelia, por lo que fue detenido y sometido a un juicio rápido. Los vecinos aseguran que el inquilino era paquistaní, que agredió a la mujer con un martillo y que los hermanos le debían unos 60.000 euros.
Estafa amorosa
El inicio de los problemas económicos que pudieron desencadenar la muerte de los tres hermanos se remonta a años atrás, cuando Amelia y Ángeles supuestamente comenzaron a ser víctimas de una estafa amorosa a través de internet.
Según relataron sus allegados y vecinos, ellas mismas comentaban que mantenían una relación sentimental con dos militares estadounidenses en Afganistán a los que habían conocido a través de Facebook.
Tiempo después, uno de ellos, quien decía llamarse Edward y empleaba una foto del excomandante de la OTAN Wesley Clark, aseguró que un compañero suyo había muerto y que él iba a ser el beneficiario de su millonaria herencia, que compartiría con las hermanas.
No obstante, antes necesitaba que ellas le ayudarán económicamente para costear los gastos sucesorios, a lo que accedieron, destinando mensualmente sus pensiones y dilapidando cerca de 400.000 euros, según apuntan amigos de la familia.
Arruinadas, las hermanas, naturales de Torre de Juan Abad (Ciudad Real) pero residentes en Morata de Tajuña desde hacía décadas, comenzaron a pedir dinero a sus vecinos y amigos, incluido el párroco de la localidad.
Ante sus negativas, y las advertencias de sus allegados acerca del engaño que estaban siendo víctimas, se comenzaron a aislar hasta que el pasado diciembre desaparecieron del pueblo.
Los vecinos alertaron hace unos días al Ayuntamiento de la localidad de que llevaban un mes sin ver a los hermanos, muy conocidos en el municipio porque participaban en muchas actividades sociales y culturales. Al principio pensaban que se habían ido de vacaciones, pero como no respondían a llamadas y mensajes se alertaron.
El lunes la Policía Local procedió a la confección de las diligencias judiciales iniciales, en coordinación con puesto de la Guardia Civil del puesto de la localidad. Así, iniciaron gestiones con el Juzgado de Instrucción de Arganda del Rey, que remitió la orden judicial de entrada en el inmueble, situado en la avenida de España número 18.
Así, a las 11:30 horas de este jueves efectivos del Equipo Territorial de Policía Judicial de la Guardia Civil de Arganda realizaron una entrada en un domicilio, con autorización judicial, hallando los tres cadáveres. Se encontraban "parcialmente quemados, apilados y con restos de sangre", han indicado las mismas fuentes.
Agentes de la Científica y Homicidios de la Guardia Civil, que se encargan de la investigación, han recogido numerosos vestigios y pruebas en la casa y están hablando con familiares y vecinos de los difuntos. Las dos mujeres llevaban varios años jubiladas y el hermano padecía una discapacidad.
La casa en la que los hallaron era su segunda residencia. Tenían otras viviendas en España, que podrían haber vendido para satisfacer las peticiones del supuesto amante o de los deudores, algo que tendrán que examinar los investigadores.