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Carolina Marín es madre de una niña con autismo. Para concienciar a todos de la necesidad de prestar atención a este problema grabó este vídeo en el que Albert Rivera, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez se ponen de acuerdo para apoyar esta campaña que reclama atención y recursos públicos para mejorar la vida de quienes padecen esta enfermedad.

Este sábado se celebra el día mundial del Autismo bajo el lema "Inclusión, tolerancia y respeto". Ese es el objetivo, normalizar una realidad que afecta a uno de cada 100 niños que nacen en nuestro país; casi medio millón de españoles. Los padres de Alejandra, una niña de 10 años con autismo, saben lo fundamental que es su integración en la sociedad.

Detrás de las cifras que conocemos este día están las personas con nombre y apellido. Este sábado también hemos querido conocer a otra familia con autismo, Miguel Cabeza y a sus padres. Acudían al dentista, un servicio que ofrece el Hospital Gregorio Marañón, desde hace más de 30 años.

Sus profesionales se empeñan en mejorar cada día la vida de los pacientes y sus familias.

PASE ESPECIAL DEL ESPECTÁCULO CIRCENSE F.I.R.A. EN LOS TEATROS DEL CANAL

La Dirección General de Promoción Cultural de la Comunidad de Madrid ha preparado para las 18.30 horas de hoy en los Teatros del Canal un pase especial del premiado espectáculo circense F.I.R.A. (Fenómenos Inverosímiles Rescatados del Anonimato).

Con motivo del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, el Festival de artes escénicas para niños y jóvenes Teatralia quiere reivindicar la diversidad de edades, de disciplinas y de necesidades, apostando también por la inclusión de personas con discapacidad intelectual en el disfrute del ocio y la cultura.

Según una nota de la Oficina de Cultura y Turismo, Teatralia, con el apoyo de la organización Plena Inclusión, ha puesto en marcha una doble iniciativa en el marco del estreno de F.I.R.A., un espectáculo de circo para niños a partir de 5 años que se alzó en el reciente FETEN 2016 con el Premio al Espectáculo de Circo.

Por ello, este sábado el programa de mano que se entregue al público en los Teatros del Canal estará adaptado a lectura fácil y contendrá pictogramas para garantizar la accesibilidad cognitiva de la obra a personas con discapacidad intelectual.

Además, la entrada de la persona de apoyo de los discapacitados intelectuales estará exenta de pago, satisfaciendo así una importante reivindicación del colectivo.

A lo largo del Festival habrá sesiones con intérprete de lengua de signos para personas sordas y funciones con audiodescripción para personas con discapacidad intelectual y también llegará a niños que no puedan acudir a los teatros, como los pequeños hospitalizados en el Hospital Infantil Niño Jesús o los menores que viven con las madres que cumplen condena en centros penitenciarios.

El Festival Internacional para Niños y Jóvenes Teatralia celebra este año su vigésima edición del 1 al 24 de abril en 45 teatros de la Comunidad de Madrid.

PRUEBAS DE SELECCIÓN, EL GRAN OBSTÁCULO PARA LOS AUTISTAS PESE A SU FORMACIÓN

Aunque no hay estudios a nivel nacional, se estima que entre el 70 y el 90 % de las personas con trastorno del espectro autista se encuentran desempleados, no por su formación, sino por la falta de adaptación de los procesos de selección, que priman las competencias sociales a la hora de contratar.

Dentro del colectivo de las 450.000 personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) que hay en España, las capacidades son muy variables y se pueden encontrar tanto personas con una discapacidad intelectual muy significativa, como otras que han completado sus estudios universitarios, hablan varios idiomas y tienen varios másteres.

Sin embargo, estas personas no acceden al mercado laboral debido, en buena parte, a que los procesos de selección se basan en las competencias sociales y de comunicación, áreas de especial dificultad para las personas con autismo.

Así lo señala a Efe, con motivo del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo que se celebra hoy, la responsable de Asesoramiento Técnico de Autismo España, Ruth Vidriales, quien afirma que, a pesar de que muchas de estas personas están preparadas para acceder a un puesto de trabajo, se encuentran con la barrera del proceso de selección.

"Uno de los problemas para que las personas con TEA entren en el mercado laboral es el desconocimiento que hay a nivel empresarial y social sobre el autismo y las capacidades que tienen estas personas", explica Vidriales, quien considera que el autismo tiende a relacionarse con un perfil de aislamiento.

Estos estereotipos hacen que cuando una empresa se plantea la contratación de un colectivo desfavorecido prefieran apostar por personas con alguna discapacidad física.

"En el caso del autismo es más complicado, porque se junta el desconocimiento con las necesidades que tienen estas personas a la hora de trabajar", señala.

En este sentido, Vidriales pide una adaptación de la normativa que regula el empleo con apoyo, que en la actualidad no recoge bien las necesidades de las personas con TEA y que, en su opinión, debería contemplar que el apoyo que se ofrece a este colectivo se mantenga a lo largo del tiempo.

Advierte de que si no hay ningún tipo de apoyo ni guía para estos trabajadores, habrá más probabilidades de que la experiencia laboral sea compleja, que no haya un ajuste adecuado, y que esta persona no pueda mantener su puesto de trabajo.

Pero las barreras no se quedan sólo en el acceso al mercado laboral, sino que comienzan antes, en el paso del sistema educativo a la formación prelaboral.

"Las personas con autismo llegan a la vida adulta sin haber tenido ningún tipo de experiencia formativa", relata esta experta, que echa en falta programas de cualificación profesional que se adapten a sus necesidades. Los que hay, dice, son escasos y ofertan pocas plazas.

"Nos encontramos con personas que podrían desempeñar empleos, que no pueden cursar una carrera universitaria, pero sí pueden desempeñar otras ocupaciones y que, sin embargo, no tienen opción de formarse".

"En el camino se quedan muchas personas", lamenta.

Son personas que quieren trabajar y no pueden. Han disfrutado en algún momento de las oportunidades de relación que ofrece un puesto de trabajo, de la independencia que les aporta a nivel social para ellos y sus familias y una vez pierden el empleo lo sufren especialmente.

Por ello pide a empresarios y a la sociedad en general que confíen en las personas con TEA. "Pueden trabajar, quieren trabajar, son buenos trabajadores y tienen competencias para poder hacerlo".