Los buzos de la Guardia Civil desplazados hasta un velero francés que navegaba a la deriva al norte de Gran Canaria han confirmado que el tripulante que quedó malherido sobre su cubierta ha fallecido y han recuperado su cuerpo.
Según han informado a EFE fuentes de Salvamento Marítimo, el cadáver de esta persona ya se encuentra a bordo del remolcador Miguel de Cervantes, que navega hacia Las Palmas de Gran Canaria.
El rescate se ha prolongado durante alrededor de 19 horas, desde que a las 20.10 horas del domingo se recibió el aviso de que un velero de once metros de eslora, de nombre Poppy, estaba en apuros entre Fuerteventura y Gran Canaria hasta que a las 15.19 horas de esta tarde (hora canaria) se ha recuperado el cuerpo del fallecido.
En un primer momento, acudieron en ayuda del Poppy el helicóptero Helimer 201 desde Tenerife y la Salvamar Nunki desde Las Palmas de Gran Canaria, que se encontraron a un hombre sobre la cubierta y a otro colgado de un mástil, enredado entre cabos y sangrando de manera notable. Todo ello, en alta mar, a unos 70 kilómetros al noroeste de Gran Canaria y con fuerte marejada.
El rescatador del helicóptero no pudo acceder al hombre enredado en el mástil debido a las condiciones de viento y mala mar y optó por evacuar al otro navegante.
Tampoco pudo acercarse la Salvamar Nunki, por la gran cantidad de cabos, velas y restos del aparejo que arrastra el velero, que seguía navegando a la deriva a unos cuatro nudos (7 km/h).
Los tripulantes de los medios enviados por Salvamento durante la noche no podían informar con certeza sobre el estado del hombre, pero en el Centro de Coordinación de Las Palmas ya se temían por la mañana que pudiera haber fallecido y que cabía la posibilidad de que tuvieran que remolcar el velero hacia tierra con el cuerpo aún enganchado al mástil, si las condiciones no daban tregua.
Si poder acercarse al barco
La misma situación de viento, fuerte marejada y elementos peligrosos alrededor del velero se encontraron a primera hora de la mañana otro helicóptero y un barco de rescate de mayor porte que llegó desde Fuerteventura, la Guardamar Polimnia, que no pudo hacer nada durante horas, salvo quedarse al lado del velero.
En ese momento, el hombre ya no estaba colgado del mástil, sino sobre la cubierta, entre restos del aparejo.Salvamento envió en su ayuda desde Las Palmas de Gran Canaria a uno de los mayores buques de su flota en las islas, el remolcador Miguel de Cervantes, con un equipo de buzos de la Guardia Civil.
Mientras navegaban hacia el lunar, la Guardamar Polimnia consiguió enganchar al velero y remolcarlo hacia Gran Canaria. A unos 40 kilómetros de esta isla se encontraron con el Miguel de Cervantes y los buzos pudieron abordar el barco accidentado y recuperar el cuerpo.
Por el momento, se desconoce qué sucedió a bordo del Poppy y cuáles fueron las circunstancias en las que uno de sus tripulantes se quedó enredado en los cabos del mástil.