La presidenta de la comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, Dolors Montserrat, reclamó este jueves que se habiliten áreas seguras de descanso para los transportistas, tras varios episodios de violencia registrados en Francia y un camionero asesinado en una autopista de ese país.
"Les obligamos, con tiempos, a descansar" y "nos reclaman áreas seguras para hacer ese descanso", porque mientras duermen "no pueden estar vigilando para no ser agredidos, para que no les roben sus mercancías, les incendien sus vehículos o tengan algún problema", ya que hay "mafias" implicadas, declaró Montserrat a la prensa.
A raíz de una solicitud de 5.000 transportistas, la comisión de Peticiones aprobó por unanimidad investigar el asunto y, entre el próximo lunes y el miércoles, enviará una misión de europarlamentarios a Francia.
Los eurodiputados se entrevistarán con transportistas, con la Gendarmería francesa, la Fiscalía y compañías aseguradoras y la comisión presentará un informe sobre la investigación "en tres o cuatro meses", dijo Montserrat, quien subrayó que los transportistas están "preocupadísimos por la seguridad".
Montserrat, que antes de ese viaje recibió en la sede de Bruselas del Parlamento Europeo a las asociaciones españolas de transportistas CETM, ASTIC y FENADISMER, recordó que el sector en España "es el segundo más grande de Europa" y "el primero de paso por Francia" y representa "el 30% del transporte internacional europeo".
"En Europa faltan 100.000 plazas de aparcamiento en las áreas de seguridad", agregó la política conservadora, quien aseguró que sólo el 5% de las áreas de descanso son seguras.
Además, no existe un registro único de esas zonas que puedan consultar los conductores y, en caso de tener que denunciar asaltos, encuentran "barreras de comunicación" al llamar al 112, por lo que "piden armonización" en los procesos de denuncia, agregó.
Otro problema que sufre el sector, agregó Montserrat, es que los vehículos que se dirigen al Reino Unido sufren la "amenaza de que suban polizones a los camiones y la responsabilidad recaiga sobre los transportistas, que "no tienen culpa de ello".
