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Aún hinchados por la operación, los nuevos labios le permiten al pequeño Dunia tomar caldo con cuchara. Ya puede mantener los alimentos dentro de su boca. Tambien hablar con más claridad y ha dejado de babear constantemente.

La intervención duró 14 horas, cuenta el doctor Leon Klem-pner. Para reconstruir los labios, se usó la piel, nervios, tendones y venas del antebrazo del niño. Un trasplante que se complico en el quirófano, pero cuyo resultado final ha soprendido a los propios cirujanos.

"Estamos muy contentos y ee está recuperando muy bien" asegrua el jefe de cirugía plastica del hospital de Nueva York encargado de la reconstruccion facial.

Dunia llegó mutilado a Estados Unidos procedente de la Repblica Democratica del Congo. Hace dos años fue atacado por varios chimpaces cuando jugaba con su hermano que falleció tras el ataque. A él le arrancarón los labios, le desfiguraron el rostro, perdió parate de la oreja derecha y un dedo.

A sus ocho años es un niño juguetón ha hecho del hospital su sala de juegos. La estancia será larga. Tras esta primera operación, vendrán otras los proximos nueve meses.