El coste de la vivienda dispara casi un 10% la pobreza infantil en España
780.000 menores afectados por las dificultades para hacer acceder a una casa y las carencias en los hogares por este esfuerzo
Situaciones de hacinamiento, en viviendas precarias o en infraviviendas con efectos para la salud y las oportunidades de futuro
SERVIMEDIA
Unicef alertó este martes de que los gastos asociados a la vivienda elevan en 780.000 los menores de edad en situación de pobreza en España, incrementando la tasa de pobreza infantil del 28,9% al 38,6%.
Así se pone de manifiesto en el informe ‘Yo también vivo aquí', elaborado por Unicef España, cuyas conclusiones se presentaron este martes. Este trabajo recopila datos y análisis relativos a la vivienda para constatar que los chavales en España “asumen cargas especialmente pesadas relacionadas con la vivienda y, pese a ello, no se les tiene en cuenta a la hora de tomar medidas relativas a esta materia”.
Prueba de ello es que los gastos asociados a la vivienda incrementan en 780.000 los menores de edad en situación de pobreza en España, elevando la tasa de pobreza infantil del 28,9% al 38,6%.
En ese sentido, el director ejecutivo de Unicef España, José María Vera, adujo que “la tasa de pobreza infantil en nuestro país es ya muy alta, la más alta de la UE”, por lo que la vivienda, “que se está convirtiendo en un bien menos accesible para muchas familias, es, cada vez más, un factor importante de incremento de la pobreza infantil”.
A pesar de ello, deploró que “la infancia está prácticamente invisibilizada en las políticas públicas relativas a este ámbito”.
El trabajo observa que la subida del precio de la vivienda, la falta de acceso a ella por parte de familias vulnerables, la escasez de vivienda pública o situaciones de discriminación y barreras para llegar a ellas son algunas de las causas que llevan a las familias a soportar costes excesivos, disponer de menos recursos para otras necesidades de los chavales y a vivir hacinados, en viviendas precarias o en infraviviendas.
El documento subraya que más de 500.000 chavales en España viven en un hogares que sufren carencia severa en la propia vivienda, y el 16,7% de los hogares con niños no puede mantener la casa a una temperatura adecuada en invierno.
También indica que la falta de una vivienda adecuada supone un obstáculo para acceder al derecho a un nivel de vida apropiado y afecta a las oportunidades de futuro de los chavales, lo que provoca que pasar demasiado frío o calor en casa puede derivar en problemas de salud física para éstos, que además están expuestos a un mayor riesgo de sufrir accidentes domésticos relacionados con incendio o intoxicación si viven en hogares donde se utilizan alternativas al suministro energético (velas o estufas).
El informe llama la atención sobre los efectos en la salud mental derivados de la incertidumbre ante la inseguridad residencial o del hecho de vivir hacinados. Esto incide también en la educación, puesto que a menudo no tienen espacio propio para estudiar, no pueden concentrarse o carecen de recursos básicos como luz y temperaturas adecuadas.