Isabel II fue coronada reina el 2 de junio de 1953. Sólo unos días antes dos humanos alcanzaban, tal vez por primera vez, el techo del mundo. El Monte Everest que con sus 8.848 metros había rechazo numerosos intentos de otras expediciones.
Pero fue un miembro de la Commonwealht, el neozelandés Edmund Hillary, quien en compañía del sherpa nepalí Tenzing Norgay alcanzaba la mayor altitud de la Tierra en la cordillera de los Himalayas.
Mientras los dos alpinistas subían y bajaban de la montaña conocida, según la vertiente, como Sagarmāthā en Nepal, Chomolungma en el Tíbet o Qomolangma en China, a miles de kilómetros una jovencísima mujer se preparaba para afrontar una coronación que le resultaría "horrible" como reconocería más tarde.
Sólo la noticia de que que dos hombres, bajo la bandera británica, habían logrado conquistar el 'último polo' de la Tierra consiguió alejar por unos momentos la gravedad de la ceremonia, el peso de la corona y la responsabilidad de ser jefe de Estado para millones de personas a lo largo de todo el mundo.