La Comunidad de Madrid quiere potenciar el voluntariado entre personas con discapacidad y para ello va a adaptar a este colectivo todos los cursos de formación que imparte en su Escuela de Voluntariado.
El consejero de Asuntos Sociales, Jesús Fermosel, ha visitado hoy la nueva sede de esta escuela, situada en el número 4 de la calle de Jardines -muy cerca de la Puerta del Sol- y concebida como "un espacio abierto" para todo aquel que quiera ser voluntario.
En sus 16 años de funcionamiento, la Escuela de Voluntariado de la Comunidad de Madrid ha formado a 18.000 personas y solo el año pasado se inscribieron 5.000 alumnos, 600 más que en 2012.
Para este año se han organizado más de 200 acciones formativas distribuidas en cuatro áreas: atención social, cursos de medioambiente, deporte y cultura, y gestión de entidades de acción voluntaria.
Pero la principal novedad será que todos los cursos que se impartan estarán adaptados a personas con discapacidad, en virtud del compromiso del Gobierno regional de integración de todos los colectivos en la sociedad y de eliminación de barreras.
Ejemplo de ello es Álvaro, un joven de 21 años que padece síndrome de Down y que desde hace dos años ejerce el voluntariado en el área pediátrica del Hospital Ramón y Cajal, una experiencia que ha calificado de "muy gratificante" al sentirse "útil a la sociedad".
Muy emocionado, Álvaro ha manifestado que "es muy bonito ser voluntario", acción de la que se siente "orgulloso" y que ha animado a experimentar.
En el acto también ha intervenido Blas Esteban, presidente de la Confederación de Aulas de Tercera Edad (CEATE) que ha explicado el programa Voluntarios Culturales Mayores en el que personas de más de 55 enseñan 26 museos de la región a grandes y pequeños.
"Los mayores somos un potencial importantísimo en esta sociedad", ha dicho Esteban, tras adelantar que la confederación trabaja ya en nuevos proyectos de voluntariado en residencias y entre el colectivo de menores tutelados por la Comunidad.
El consejero de Asuntos Sociales ha agradecido la labor de los más de 150.000 voluntarios que hay en la región; del millar de entidades que canalizan su actividad hacia