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El presidente de CESIDA, Carlos Varela, ha recordado que "se ha bajado la guardia en la prevención, debido a la percepción del VIH y sida como una enfermedad crónica". La importancia que tiene para la sociedad que "acabemos de una vez por todas con la discriminación social que sufren las personas que tienen VIH y que sólo en España afecta a casi 150.000 personas".

Para el doctor Jorge Del Romero, director del Centro Sanitario Sandoval, de Madrid, todavía existe "mucho estigma, mucho miedo y mucha desinformación sobre el VIH". El doctor Del Romero participa este viernes en una jornada sobre el VIH organizada por el Centro de Estudios Sociales Aplicados (CESA), en colaboración con Madrid Salud (Ayuntamiento de Madrid), en la Embajada de Francia con motivo del Día Mundial de la Lucha contra el Sida. Este experto considera que los avances registrados en el tratamiento del VIH no se han visto reflejados en la vertiente social de la enfermedad.

"El tratamiento antirretroviral ha conseguido que los pacientes con VIH puedan hacer una vida normal. Sin embargo, esta normalización no ha corrido en paralelo a una mejora de los aspectos sociales: que las personas puedan manifestar que tienen VIH sin riesgo a ser estigmatizadas", sostiene el director del Centro Sanitario Sandoval. Para este experto, las personas infectadas con VIH siguen teniendo problemas en el ámbito laboral y en el entorno familiar. "Y si hablamos de mujeres con VIH, el estigma es doble", afirma.

El doctor Del Romero señala que en España se diagnostican cada año alrededor de 4.000 nuevos casos de VIH. De ellos entre un 70 y un 80 por ciento corresponden a población homosexual masculina y entre un 20 y un 30 por ciento a población heterosexual. "Ahí afecta fundamentalmente a la población femenina; un 90% de las mujeres diagnósticadas ha contraído el VIH por relaciones heterosexuales no protegidas".

el doctor Jorge del Romero considera necesario avanzar sobre tres ejes: la realización de campañas de concienciación dirigidas a los grupos de población más afectados por el VIH, el diagnóstico precoz de la enfermedad y el uso del tratamiento antirretroviral como herramienta de prevención del contagio.

"Las personas que reciben tratamiento mantienen bajo control la replicación viral y esto hace que no transmitan el virus a sus parejas", explica el director del Centro Sanitario Sandoval, quien añade que el uso del tratamiento antirretroviral como instrumento para la prevención se está identificando como un factor muy importante.

Además, el doctor Del Romero cree que es necesario trabajar con profesionales sanitarios que no tratan habitualmente a pacientes con VIH para que aprendan a identificar marcadores clínicos o "enfermedades indicadoras" que sugieran que una persona pueda estar infectada sin saberlo. "Hay que mejorar la sensibilización del personal sanitario, y de la población en general, sobre la importancia de solicitar la prueba del VIH para diagnosticar precozmente la infección, tratarla adecuadamente y poder controlar esta pandemia a largo plazo", concluye.

Con motivo de la conmemoración del Día Mundial del Sida, Manos Unidas recuerda que en los dos últimos años el acceso al tratamiento contra el Sida ha aumentado en más del 60 por ciento y las muertes en el mundo relacionadas con esta enfermedad han caído en más de un 25 por ciento entre 2005 y 2011, según datos de ONUSIDA.

Asimismo, ha apuntado que, según las mismas cifras, en África subsahariana, 2,3 millones de personas han podido acceder al tratamiento y se han conseguido reducir en un tercio las muertes relacionadas con el sida en los últimos seis años. A pesar de ello, según añaden, todavía hay aproximadamente 6,8 millones de personas que no pueden acceder al tratamiento.

Mariana es una de las mujeres que participa en el programa del proyecto de 'Apoyo para la prevención, diagnóstico y tratamiento del sida en zona rural' que Manos Unidas apoya en Angola. Después de que todo se "tiñera de negro" cuando se enteró de que estaba infectada por el virus del VIH, ahora, el acceso al tratamiento con antirretrovirales y el hecho de saber que se puede vivir con sida, "han devuelto el color a sus días", según cuenta.