El actual año hidrológico, que concluirá mañana, terminará con cerca de un 11% menos de lluvias de lo normal después de que el déficit fuera de un 28% a mediados del pasado mes de mayo, pero esta brecha se redujo sobre todo en la primera mitad de septiembre.
El año hidrológico tiene en cuenta las lluvias caídas entre el 1 de octubre de un año y el 30 de septiembre del siguiente, y no coincide con un año natural porque parte de las precipitaciones del otoño y del invierno pueden acumularse en forma de nieve y no fundirse hasta la siguiente primavera.
Esa caracterización de las precipitaciones se adapta mejor al ciclo del agua que el año natural porque la mayor parte de la lluvia y nieve que cae durante el año hidrológico tiene su escorrentía -es decir, transcurre por los ríos- entre el 1 de octubre de un año y el 30 de septiembre del siguiente.
Los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) indican que España acumuló 561 litros por metro cuadrado entre el 1 de octubre de 2022 y el pasado martes, 26 de septiembre, con lo que ha llovido un 11% menos de lo normal en el conjunto del país porque la media del periodo de referencia entre 1991 y 2020 es de 632 litros por metro cuadrado.
Las cantidades acumuladas en ese periodo son inferiores a las normales en la mayor parte de la península y los archipiélagos.
Algunas zonas no han llegado al 75% de las lluvias habituales, concretamente puntos de los cuadrantes noreste y suroeste peninsulares; lugares más aislados de Asturias, Cantabria o País Vasco, y la mayoría de Canarias, principalmente en las islas más orientales, salvo en La Palma y en la mitad sur de Tenerife.
Por otra parte, ha llovido más que de costumbre en Galicia, en la mitad oeste de Castilla y León, Soria, La Rioja, la mitad sur de Navarra, las provincias de Madrid y Toledo, y mitad oeste de Cuenca, la mitad norte de Extremadura y de manera más dispersa en área levantina que va desde Almería hasta el valle del Ebro, las islas de Mallorca y Menorca, y la mitad sur de la isla de Tenerife.
Mes a mes
El año hidrológico 2022-2023 afronta su recta final antes de concluir este sábado después de ser deficitario casi siempre, con cerca de un 50% menos lluvia en octubre y un 23% menos en noviembre.
Las precipitaciones asociadas a la borrasca Efraín revirtieron esa tendencia y el pasado diciembre acabó con un 1% más de lluvia de lo habitual en el conjunto de España, tendencia positiva que se mantuvo al finalizar enero (un 2% más).
Sin embargo, el año hidrológico volvió a entrar en negativo al acabar febrero (-9%), marzo (-17), abril (-24%), mayo (-22%), junio (-15%), julio (-15%) y agosto (-17%), situación que ha mejorado en septiembre hasta reducirse el déficit hasta el 11%.
La Península Ibérica en su conjunto se encontraba a finales de agosto en situación de sequía meteorológica considerando las precipitaciones de los 12 meses previos, lo que ocurría en todas las cuencas de acumulación, salvo la del Tajo.
También existe una sequía meteorológica de larga duración, es decir, teniendo en cuenta las lluvias de los tres años anteriores, para el conjunto de la España peninsular y en todas las cuencas de acumulación salvo las del Júcar, Segura y Tajo.