España es el peor país de la Unión Europea en términos de pobreza infantil, ocupando el puesto 36 de 39 entre las naciones de alto ingreso (los de la UE y la OCDE), superando únicamente al Reino Unido, Turquía y Colombia.
Así consta en los datos publicados este miércoles por Innocenti, la oficina de investigación de Unicef, en los que se observa que España se sitúa en el puesto 36, sólo por delante de Rumanía en la UE, en lo concerniente a la situación actual de pobreza infantil entre 2019 y 2021.
Si se tuviera en cuenta, únicamente el dato más reciente de ingresos, que se remonta a 2021, España es el país de la Unión Europea con la tasa de pobreza infantil más elevada.
Ante esta situación, el presidente de Unicef España, Gustavo Suárez Pertierra, aseveró que “una tasa de pobreza infantil así en España es inaceptable” en 2023 y añadió que “detrás de estas cifras hay niños, niñas y adolescentes que no pueden permitirse comer carne, pollo o pescado al menos una vez cada dos días ni fruta y verdura a diario, que viven en casas sin una temperatura adecuada, que no cuentan con ropa, calzado o libros adecuados o que no pueden participar en actividades de ocio o irse de vacaciones una vez al año”.
El trabajo pone de manifiesto que Polonia y Eslovenia son los países que mejor están actuando frente a la pobreza infantil (con una reducción de más del 30%); mientras que algunos de los Estados más ricos están quedando rezagados, como Francia y el Reino Unido.
España mejora ligeramente sus cifras respecto al periodo de partida, pero ocupa el puesto 22 de 39 en el progreso de la pobreza infantil, con una reducción de apenas el 4% entre 2014 y 2021, cuando la reducción de media en los países analizados es del 8%. “España se sitúa en la categoría de países que partían de unas altas tasas de pobreza infantil, y cuyos datos no muestran una mejoría significativa, aunque se mantienen relativamente estables”, según Unicef.
El informe también pone de manifiesto que la pobreza infantil no está directamente relacionada con los niveles de renta de los países, como lo atestigua el hecho de que España y Eslovenia tengan similares niveles de renta por habitante, pero el primero tenga una tasa de pobreza del 10% y el segundo una del 28%.
A su vez, España es el cuarto país de la UE con el nivel de niños en pobreza persistente (dos o más años en situación de pobreza), por encima del 20% entre 2017 y 2019; mientras que es el sexto con la tasa de privación material y severa más elevada, con el 10,3%, empatada con Francia y por dejado de Rumanía, Bulgaria, Hungría, Eslovaquia y Grecia. También ocupa el sexto lugar entre los 27 en lo relativo a privación material infantil, con un 19,7% de chavales en esa situación.
Por su parte, el análisis pone de manifiesto que las familias migrantes, los menores en la comunidad gitana, los que tienen una discapacidad o los que viven en hogares con un solo adulto (especialmente una mujer) están particularmente expuestos a la pobreza.
Ante la situación de la pobreza infantil en España, Unicef consideró necesario que el nuevo Ministerio de Juventud e Infancia adopte medidas efectivas y eficaces para “terminar con la pobreza infantil”.
En ese sentido, arguyó que el escudo social puesto en marcha por el Gobierno durante la pasada legislatura “no han funcionado completamente por falta de foco específico en la infancia, estar limitadas a rentas muy bajas o tener una cobertura limitada y un nivel de ‘no acceso’ a las ayudas”.
Por ello, reclamó “expandir las políticas sociales de apoyo económico orientadas a la infancia y sus familias, mejorar el acceso a servicios esenciales, ampliar la cobertura de medidas de conciliación y garantizar la educación de 0 a 3 años, avanzar en la garantía de acceso a vivienda adecuada e involucrar a la propia infancia en el debate”.
También pidió impulsar la Garantía Infantil Europea, aprobar la Ley de Familias o establecer una prestación universal por crianza.