Familiares, amigos y compañeros despiden en Córdoba a Álvaro Prieto
El joven estuvo desaparecido desde el pasado 12 de octubre en Sevilla y su cadáver se halló el lunes electrocutado por una catenaria de la estación de Santa Justa
La familia ha solicitado al Juzgado de Instrucción número 11 de Sevilla, encargado de la investigación de su muerte, su personación en las actuaciones incoadas al respecto
Centenares de personas, entre ellas familiares, amigos y compañeros futbolistas, han despedido este jueves en la parroquia de la Trinidad de Córdoba al joven Álvaro Prieto, desaparecido el pasado 12 de octubre en Sevilla y cuyo cadáver se halló el lunes electrocutado por una catenaria de la estación de Santa Justa, en Sevilla.
El funeral ha tenido lugar a las 10:30 horas y ha estado presidido por el párroco de la Trinidad, José Juan Jiménez, y después está previsto que el cuerpo del joven sea inhumado en el Cementerio de Nuestra Señora de la Salud de Córdoba en la intimidad.
Los padres de Álvaro Prieto pidieron este martes a través de un comunicado "nuestro profundo deseo de velar y despedir a nuestro hijo en la más estricta intimidad. Por ello, os pedimos que respetéis los momentos tan difíciles a los que vamos a tener que enfrentarnos en los próximos días antes de despedirnos de Álvaro para siempre".
La familia de Alvaro Prieto ha solicitado al Juzgado de Instrucción número once de Sevilla, encargado de la investigación de su muerte, su personación en las actuaciones incoadas al respecto, según ha confirmado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
Fue el pasado 12 de octubre cuando la familia del joven, de 18 años de edad, denunció ante la Policía Nacional su desaparición, toda vez que el muchacho había pasado la noche en una sala de fiestas de Sevilla Este en compañía de otros jóvenes, había perdido un tren de regreso a Córdoba a primera hora de la mañana para el cual tenía billete y había intentado sin éxito embarcar en otro convoy para el cual no tenía tique; abandonando después la estación ferroviaria de Santa Justa, donde se le habría ofrecido la posibilidad de recargar su teléfono móvil, cuya batería estaba agotada, para buscar una solución a su situación, pues no contaba con dinero en efectivo para comprar otro billete.
A media mañana del pasado lunes, tras varios días de búsqueda por parte de las autoridades y una gran cobertura mediática de su desaparición, su cadáver fue descubierto entre los vagones de un tren inmovilizado en la zona de talleres de la estación de Santa Justa desde el pasado mes de agosto y que estaba siendo desplazado.
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