El Gobierno francés, a través de la Fundación para la Innovación al Desarrollo (FID), subvencionará una investigación para controlar, en Tanzania , el mosquito anofeles transmisor de la malaria, usando cuatro pinturas insecticidas de la marca Inesfly.
Se trata de preparados con diferentes moléculas, patentadas internacionalmente por la científica valenciana Pilar Mateo.
El objetivo del proyecto es obtener una recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el uso más amplio de pinturas insecticidas como herramienta para el control de la malaria, según publica en su página web la Fundación FID, presidida por la premio Nobel Esther Duflo.
El FID es una institución francesa que apoya el desarrollo de proyectos innovadores en el campo de la lucha contra la pobreza y las desigualdades sociales y está financiado por el Gobierno de Francia a través de la Agence Française pour le Dèveloppment.
Pilar Mateo ha manifestado a EFE su satisfacción por esta investigación que está llevando a cabo la Facultad de Medicina de la Universidad Cristiana de Kilimanjaro en Tanzania con el fin de probar la durabilidad de las pinturas, su eficacia para matar los mosquitos portadores de la malaria y la aceptación de la comunidad por el uso del producto.
Estas pinturas "utilizan varios insecticidas, lo que reduce la posibilidad de que los insectos se vuelvan resistentes a un solo tipo, y su formulación única garantiza efectos insecticidas más duraderos en comparación con la fumigación residual en interiores, ofreciendo protección contra las picaduras de mosquitos durante toda la temporada de transmisión".
La aprobación de este proyecto, subraya Pilar Mateo, es "un paso más" hacia el reconocimiento de una tecnología de patente española internacional que ha conseguido ya resultados "espectaculares" en el control de los flebótomos que transmiten la leishmaniasis (con 24 meses de efectividad) y del mosquito Aedes que transmite el dengue, en proyectos realizados por el Programa de formación e Investigación en enfermedades Tropicales (TDR/WHO) de la OMS.
Según expone el FID (Fondo de Innovación pata el Desarrollo), el 93 % de la población de Tanzania está en riesgo de sufrir malaria y hay más de seis millones de casos registrados anualmente, y son los niños pequeños y las mujeres embarazadas de las zonas rurales las que soportan la mayor carga.