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El Papa Francisco ha recordado en su primera audiencia general de este miércoles en la Plaza de San Pedro las palabras que pronunció en las congregaciones generales previas al cónclave ante el resto de cardenales y que fueron reveladas el pasado sábado por el arzobispo de La Habana, Jaime Ortega: "Salir de sí mismo para ir al encuentro de los demás, a la periferia de la existencia".

El Papa Francisco, que ha indicado que con el Domingo de Ramos ha dado comienzo la Semana Santa que es el "centro de todo el Año Litúrgico, en el que se acompaña a Jesucristo en su Pasión, Muerte, y Resurrección", ha señalado que el significado de vivir estos días implica "salir de sí mismo" e ir al encuentro de "los más alejados, los olvidados, quienes necesitan comprensión, consuelo y ayuda".

Así, ha destacado que "vivir este tiempo significa también entrar cada vez más en la lógica de Dios, de la Cruz y del Evangelio" y seguir y acompañar a Cristo, "lo cual exige 'salir': El ha salido de sí mismo que salva y da esperanza".

Además, ha indicado que la Semana Santa "es un tiempo de gracia que el Señor ofrece para abrir las puertas del corazón, de la vida, de las parroquias y movimientos, saliendo al encuentro de los demás y brindando la luz y el gozo de la fe" y ha destacado la importancia de "salir siempre con el amor y la ternura de Dios, en el respeto y la paciencia" sabiendo que se ponen a disposición "las manos, los pies, el corazón" pero que "es Dios quien guía y hace fecundas las acciones".

El Papa Francisco ha remarcado que "Dios piensa siempre con misericordia", que es como el padre que espera a su hijo y que el día que regresa le ve venir cuando todavía está muy lejos y que como el "buen samaritano" no pide nada a cambio, no hace distinciones entre personas ricas o pobres, sino que busca como el buen pastor salvar a sus ovejas.

Después de leer el evangelio en varios idiomas, entre ellos español, inglés, francés y alemán, el Papa Francisco, aplaudido en numerosas ocasiones por los peregrinos, ha pronunciado su catequesis en italiano, y la novedad ha sido que también ha pronunciado los saludos para los peregrinos de diferentes idiomas en italiano, incluso el dirigido a los fieles de lengua española.

Antes de leer el Evangelio, el Pontífice ha recorrido los pasillos de la Plaza de San Pedro con el jeep descubierto y se ha detenido varias veces para bendecir y besar a los bebés que le acercaban. Al comenzar su catequesis ha saludado a todos con un "buenos días" y ha indicado que se trataba de su primera audiencia general. Además, ha recordado a su predecesor, Benedicto XVI.

En el saludo a los peregrinos de lengua española, pronunciado en italiano, se ha detenido en los grupos provenientes de España, Argentina, México y los demás países latinoamericanos y les ha invitado a "vivir estos días siguiendo al Señor con fortaleza y siendo capaces de irradiar su amor a cuantos encontrarán en el camino de la vida" y les ha deseado que Dios les bendiga y les conceda "vivir el Triduo Pascual con fe y devoción". Los gritos de 'Francisco' y 'Esta es la juventud del Papa no se han hecho esperar'. Además, en el saludo a los peregrinos de lengua francesa e inglesa ha saludado a los 4.300 participantes del congreso universitario UNIV.