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La catedral de Granada ha acogido este martes el funeral por el guardia civil José Manuel Arcos Sánchez, de 47 años, que murió ayer tras recibir un disparo de un delincuente habitual en un control rutinario en Huétor Vega (Granada) y que este martes ha sido condecorado a título póstumo.

El féretro ha llegado minutos antes de las 9.30 horas a la plaza de las Pasiegas, donde lo aguardaban dos centenares de agentes en representación de la plantilla de la Guardia Civil de la provincia, además del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el director general de la Guardia Civil, Félix Azón.

Este último ha sido el encargado de imponerle, a título póstumo, la Cruz de la Orden al Mérito de la Guardia Civil con distintivo rojo. Lo ha hecho en dependencias de la Comandancia de Granada, donde ha permanecido instalada la capilla ardiente desde la tarde de ayer.

Funeral en la catedral de Granada

El himno nacional y la marcha fúnebre, además de un "viva" a la Guardia Civil, han sonado a la llegada del féretro con los restos mortales del agente a la catedral de Granada, donde se oficia el funeral en su memoria.

El presunto homicida, un delincuente habitual de 40 años que suma 14 detenciones solo por parte de la Guardia Civil desde 1995, permanece arrestado y pasará previsiblemente mañana a disposición judicial.

Durante un control

Los hechos ocurrieron sobre las 4.20 horas de ayer cuando el guardia civil y una compañera en prácticas se encontraban en un punto de identificación durante un control rutinario.

Tras interceptar a un vehículo que circulaba a gran velocidad e identificar a su único ocupante, se produjo un forcejeo entre el guardia civil fallecido y el detenido, que antes de huir arrebató el arma al agente y le disparó en la zona baja del abdomen.

El agente, que formaba parte de una patrulla en servicio del municipio de La Zubia, resultó gravemente herido y fue trasladado al Hospital PTS de la capital granadina, donde murió poco después.

La detención del presunto homicida, que tiene antecedentes por violencia machista, robo y amenazas, se produjo a las 9.25 horas en el entorno de la rotonda del centro comercial Serrallo, en la capital, por donde se desplazaba en una furgoneta que acababa de robar.