La isla canaria de La Gomera avanza de forma lenta pero segura en su camino de recuperación después del devastador incendio que se inició el 4 de agosto de 2012, y que afectó al 11% de su superficie y obligó al desalojo de la cuarta parte de su población.
"La Gomera se recupera con cierta lentitud pero creo que vamos en el buen camino", asegura el presidente de la institución insular, Casimiro Curbelo.
El fuego, que se dio por extinguido a finales de octubre, afectó a 4.100 hectáreas de los municipios de Vallehermoso, Alajero, San Sebastián y Valle Gran Rey obligó y las llamas calcinaron viviendas, cultivos y ganado.
El fuego quemó mas de 750 hectáreas del Parque Nacional de Garajonay, la mayor reserva de laurisilva del Terciario en Canarias, y alcanzaron a la reserva integral de Benchijigua.
Las altas temperaturas que por esos días se registraban en Canarias por sucesivas olas de calor no dieron tregua para un incendio que tuvo uno de sus momentos más críticos cuando en la noche del 12 de agosto una gran bola de fuego arrasó el Valle Alto del municipio gomero de Valle Gran Rey, donde calcinó decenas de casas, animales, palmeras y cultivos, y cientos de personas tuvieron que ser evacuadas en barco a la capital gomera.
AYUDAS INSUFICIENTES
Las pérdidas provocadas por el fuego en La Gomera ascendieron a un total de 71.058.245 euros, según el informe técnico del Cabildo insular.
Pero,según Casimiro Curbelo, hasta el momento las ayudas para la restitución de los daños producidos por el incendio han sido "a todas luces insuficientes" por parte de los gobiernos de España y Canarias.
"El Cabildo insular ha puesto en marcha iniciativas importantes, pero la restitución de los daños se ha de llevar a cabo de una forma constante y con la inversión pública necesaria", comenta.
Recuerda que no se ha activado el fondo de solidaridad europeo y destaca que han sido insuficientes las ayudas a las familias para recuperar sus viviendas y enseres, y para la restitución de daños en el medioambiente.
Por ello, el presidente avanza que se trabaja en un documento estratégico para la recuperación del medio ambiente, y fortalecimiento del turismo y sector primario, y se muestra "completamente" seguro que "con la cooperación de todos lo podremos conseguir".
El alcalde de Valle Gran Rey, Miguel Ángel Hernández, explica que a pesar de que aún están presentes las huellas del incendio en el Valle Alto, zona de especial conservación (ZEC) y parque rural, el impacto visual está mitigado.
"El cañaveral se ha recuperado con rapidez, lo que da verdor al paisaje, pero es un verde traicionero que presagia futuras amenazas puesto que proporciona material inflamable para el futuro", advierte.
El turismo, motor económico del municipio, tras un bajón inicial parece recuperado y desde el punto de vista agrícola ha existido alguna ayuda puntual aunque insuficiente y gestionada más por criterios políticos que técnicos, indica.
