Activistas de Greenpeace han esparcido este miércoles en la madrileña Puerta del Sol restos de enseres y otros objetos destruidos por las danas (depresiones aisladas en niveles altos) que azotaron Madrid y Toledo meses atrás para denunciar que los combustibles fósiles destruyen el clima.
Desde primeras horas de esta mañana, y a las puertas del inicio de la cumbre mundial del clima de Dubái (COP28), los activistas, vestidos con buzos blancos y portando carteles y pancartas, han denunciado el uso del petróleo, según han informado fuentes de la organización en la red social X (antigua twitter).
El objetivo de la protesta es recrear un "desastre climático" con vehículos volcados, además de sillas, escaleras plegables, casetas y otros objetos completamente dañados, para mostrar así el impacto de este tipo de catástrofes y han urgido a los Gobiernos participantes en la COP28 el fin del petróleo, gas y carbón