| Greenpeace
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Activistas de Greenpeace sobrevolaron hoy la central nuclear de Santa María de Garoña, situada en la provincia de Burgos, y depositaron botes de humo sobre el edificio del reactor para poner en evidencia la falta de seguridad de la central.

Greenpeace señaló en un comunicado que el motivo de dicha acción es porque considera un error la decisión de ampliar la explotación de la central nuclear de Garoña por parte del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, puesto que es una instalación amortizada, las pruebas de resistncia de la Unión Europea no han terminado y los consumidores pagan a sus propietarios, Endesa e Iberdrola, el precio más caro del mercado por la electricidad.

Por ello, manifiesta que la ampliación de la explotación es contraria a la protección y gestión de la seguridad de la ciudadanía y a los intereses económicos y energéticos de España.

"Si el Gobierno reabre Garoña, todos los riesgos los asumimos los ciudadanos y todos los beneficios se los quedan Iberdrola y Endesa", ha declarado la responsable de la Campaña Nuclear de Greenpeace, Raquel Montón. "No podemos seguir arriesgando el futuro y el medio ambiente de todos solo para continuar enriqueciendo a unos pocos que no defienden nuestros intereses".

Greenpeace ha llevado a cabo esta acción días después de que haya presentado alegaciones al proyecto de renovación de la orden ministerial, donde subraya que en caso de accidente el nivel de contaminación ambiental sería desastroso, porque no solamente afectaría a las zonas próximas de la central, sino a grandes distancias, como asegura ha podido comprobar mediante simulaciones. Próximamente la Comisión Europea revisará en detalle las pruebas de resistencia de Garoña.

Denuncia la reapertura de la central, puesto que entiende que únicamente satisface los intereses económicos de sus propietarios, ya que la central de Garoña no aporta beneficio económico a la sociedad y además los ciudadanos pierden el desarrollo de las energías renovables, que son precisamente las que proporcionan más empleo y ayudan a combatir el cambio climático.

Asimismo, destaca otro factor: que es la sociedad la que asumiría el riesgo económico en caso de accidente nuclear y que Iberdrola y Endesa juntas no podrían hacer frente a los costes de una catástrofe nuclear.