(Actualizado

La Guardia Civil ha desarticulado dos organizaciones que traficaban con nuevas sustancias psicoactivas en el marco de las operaciones 'Alimaya' y 'Koroway', en las que se han detenido a 52 personas y se han intervenido más de 160.000 dosis de cannabinoides y catinonas sintéticas. Las operaciones se han desarrollado en Alicante y Almería respectivamente, en colaboración a través de Europol con las policías de Reino Unido, Holanda, Bélgica y Alemania, país donde se encontraba el principal mercado de estas sustancias en una de las operaciones y donde se han registrado algunas intoxicaciones y fallecimientos que podrían estar asociadas a su consumo.

Los cannabinoides sintéticos producen en el consumidor efectos similares a los de la marihuana y sus derivados, mientras que las catinonas sintéticas son utilizadas como sustitutivos de anfetaminas, cocaína o MDMA, pero sus consecuencias para la salud pública "pueden ser mucho peores, incluso letales", ha destacado Arsenio Fernández de Mesa, director general de la Guardia Civil.

Estas nuevas sustancias no siempre están fiscalizadas como drogas ilícitas pero a los detenidos, que están bajo disposición judicial y algunos de ellos en prisión, podrían ser condenados con hasta 6 años de cárcel por delitos contra la salud pública, organización criminal y blanqueo de capitales según el caso.

La primera de estas operaciones, conocida como 'Alimaya', se desarrolló en Alicante y en ella han detenido a 9 personas de nacionalidad belga y holandesa y se han intervenido 150.000 paquetes de sustancias psicoactivas y 3.000 botellines en formato líquido que eran vendidas a otros países a través de Internet.

SUSTANCIAS PROCEDENTES DE CHINA

Las investigaciones se iniciaron después de que la Guardia Civil tuviera conocimiento de una empresa que podría estar dedicándose a la venta de medicamentos falsificados. Tras interceptar dos envíos postales constataron que se trataban de cannabinoides sintéticos procedentes de Bélgica y Holanda, que a su vez se importaban desde China.

Las sustancias eran envasadas, dosificadas y distribuidas en Alicante y el principal mercado era Alemania, donde se han constatado algunas intoxicaciones y alguna muerte que podrían estar relacionadas con esta organización, según el teniente coronel Luis Peláez.

Además, ha destacado el "ingente beneficio económico" que obtenía esta organización, ya que las sustancias eran adquiridas "a precios simbólicos" y luego vendían cada dosis por entre 10 y 20 euros. Prueba de ello, ha añadido, es que al responsable de la organización han intervenido un coche valorado en 300.000 euros.

REGISTROS EN MAS DE 60 TIENDAS DE TODA ESPAÑA

En la segunda de las operaciones, conocida como 'Koroway', que según la Guardia Civil no guarda relación con la primera, hay 43 detenidos y 10.000 envases intervenidos tras haber registrado más de 60 tiendas por toda España, sobre todo en Andalucía.

La investigación se inició en 2014 en Níjar y Roquetas de Mar (Almería) tras la inspección de un establecimiento 'grow shop' en el que se incautaron diferentes tipos de cannabinoides sintéticos y otras sustancias psicoactivas. Los agentes detectaron la existencia de un grupo organizado dedicado a la importación, manipulación y distribución de estas sustancias, que se comercializaban en tiendas físicas como euforizantes naturales legales o en otros formatos como fertilizantes o sales de baño, y el precio de la dosis también oscilaba entre los 10 y 20 euros.

Y aunque el etiquetado de algunos envases alertaban de que no eran aptos para su consumo, "tanto el que la compra como el que la vende saben para qué sirven", ha alertado Peláez.

UN RIESGO GRAVE E INMINENTE PARA LA SALUD PUBLICA

"Representan un riesgo grave e inminente para la salud pública", ha destacado Belén Crespo, directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, que ha colaborado en la investigación.

El delegado del Plan Nacional sobre Drogas, Francisco Babín, ha reconocido que muchos de sus efectos son todavía desconocidos, lo que hace que quien la compra se exponga a "un juego de la ruleta rusa".

El perfil del consumidor tiene una edad media de entre los 25 y 34 años, son fundamentalmente hombres, presentan un patrón de policonsumo de otras sustancias ilegales y tienen una baja percepción del riesgo que conlleva. Según los últimos datos el 3 por ciento de la población española adulta ha consumido alguna de estas nuevas sustancias psicoactivas en alguna ocasión.