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Inseparable de la historia de Greenpeace, su barco insignia, el Rainbow Warrior II, Guerrero del Arco Iris, se prepara para comenzar una nueva vida después de 22 años dedicado a la defensa del planeta, no sin antes pedir un recuerdo a quienes han seguido sus peripecias o le han visitado a bordo. En tanto llega su jubilación y sea sustituido por un nuevo "guerrero", previsto para otoño próximo, la organización ecologista internacional ha pedido a los ciudadanos que le dediquen un recuerdo en su página web. Y en apenas un par de días desde el lanzamiento de la iniciativa on-line, medio millar de internautas han dejando sus mensajes.

Construido en 1957, el buque fue adquirido en 1989 para sustituir al Rainbow Warrior I, hundido por los servicios secretos franceses en Auckland en 1985 en las campañas contra las pruebas nucleares en el Pacífico Sur. Entre los internautas que participan en este homenaje on-line, muchos evocan las campañas del buque en el Pacífico para evitar las pruebas nucleares francesas, sus trabajos para documentar los impactos del derrame del Exxon Valdex en Alaska o para denunciar las exportaciones de madera ilegal en el Congo.

También los hay, incluidos españoles, que se acuerdan nítidamente de cuando el "guerrero" atracó en los puertos de sus ciudades de origen (Bilbao, Barcelona...). De momento, Greenpeace desconoce cuál será el destino del Rainbow Warrior II, pero es casi seguro que recibirá un nuevo nombre y que tendrá otra ocupación, explica la organización en su web.

Antes de defender el planeta de las agresiones del ser humano se dedicaba a la pesca de arrastre. Lleva en el mar desde hace 54 años. Con un presupuesto de 23 millones de euros, el nuevo Guerrero del Arco Iris (el número tres) cuenta con avanzadas tecnologías de navegación y es construido en los astilleros alemanes Fassmer, que asumieron el proyecto en julio de 2009 y esperan rematarlo este otoño.

El nuevo buque tendrá 58 metros de eslora con dos mástiles dobles con forma de A que parten de ambos lados de la cubierta y se unen en su vértice para permitir desplegar hasta 1.300 metros cuadrados de velamen. El Rainbow Warrior III se desplazará fundamentalmente gracias a la fuerza del viento.