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El día de la boda Real británica acabó con una gran fiesta en el Palacio de Buckingham. El Príncipe Guillermo y la Princesa Catalina disfrutaron de buena música, canapés al estilo británico y un discurso por parte del Príncipe Enrique.

La fiesta nocturna fue un evento íntimo y familiar. El Príncipe Enrique fue el encargado de organizarlo y haciendo gala de su fama como marchoso trató de que todo fuese sobre ruedas.

Los 300 invitados disfrutaron de una velada con discurso incluido, por parte del atento hermano y del padre de la duquesa deCambridge. No se conocen las palabras exactas de los anfitriones pero estamos seguros que los buenos deseos se repitieron constantemente para la pareja de recién casados.

Junto al hijo pequeño del Príncipe Carlos y la principal ausente del día, Diana de Gales, Pippa Middleton ayudó con la música. Según se ha comentado, en el Palacio se bailó a ritmo de los Dj's más populares de Reino Unido.

Y tras tanto movimiento de cadera, el apetito se coló en el Palacio, pero Enrique tenía todo previsto: unos canapés con un sabor británico amenizaron la 'party night'. Nada de coquetos aperetivos, durante la noche se comió pan blanco relleno de bacon a la plancha.

La suculenta celebración se alargó durante toda la noche, aunque la mayoría de los invitados abandonaron Buchingham en 'cabbie' -el típico taxi negro londinense-, sobre las tres de la madrugada. Los recién casados por su parte, pasaron la noche en el Palacio Buckingham.

Aún no se conoce el destino que los duques de Cambridge han elegido para disfrutar de su luna de miel, pero algunos se han atrevido a barajar lugares tan dispares como Jordania, Keni, Corfú o el Caribe.

El Príncipe Guillermo y la Princesa Catalina abandonan Londres en helicóptero

Los duques de Cambridge han salido de la mano del Palacio de Buckingham, como marido y mujer, donde les esperaba un helicóptero privado. El destino de su luna de miel es aún un secreto para todo el panorama mundial e incluso para la propia Catalina. Las cadenas británicas han ofrecido imágenes del momento en que ambos abandonaban Londres rumbo a su destino de vacaciones.

Es la primera aparición de los recién casados tras su primera noche como marido y mujer. La pareja formada por el Príncipe Guillermo y la Princesa Catalina ha salido del Palacio de Buckingham muy sonriente y cogidos de la mano.

Intentando ser lo más discretos posibles han paseado por los jardines con dirección a un helicóptero privado que les llevará directos a su viaje de luna de miel. Un secreto que aún no ha trascendido a pesar de la multitud de medios que esperan expectantes una confirmación.

Con un look informal, el hijo mayor del Príncipe Carlos conjuntaba un pantalón beige, con camisa blanca y chaqueta azul marino.

La Princesa por su parte, ha optado por un vestido azul tableado por encima de la rodilla, una chaqueta negra y unas cuñas de esparto. Posiblemente, el cansancio de su gran día, ha hecho que Catalina dejase los altos tacones en el armario para comenzar su vida como futura Reina de Inglaterra en zapatos planos.

Antes de abandonar el Palacio, la pareja se ha despedido amablemente de las personas presentes y ha saludado a los medios con una sonrisa de oreja a oreja. Ahora comienza su descanso, las islas Seychelles, las paradisíacas playas del Caribe o las costas del estado australiano de Queensland son algunas de las apuestas que se han rumoreado como destino de final de su amor.