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Ha ocurrido en la ciudad china de Guangdong en plena hora punta de tráfico. Un hombre acaba de robar un coche y era perseguido por un policía municipal que corría a pie detrás de él. El ladrón se encontró con la calle atascada y en una primera maniobra marcha atrás arrolla a un motorista y está a punto de atropellar también al policía.

Todo parecía que había terminado, eso al menos pensarían los agentes chinos, ya que continuar avanzando era imposible, pero no para este ladrón. Contra todo pronóstico se empotra entre dos coches buscando hueco para pasar, poco le importa levantar de cuajo el capó del coche que conducía, y destrozar los vehículos con los que se va encontrando. Cuando se queda atascado, no duda en maniobrar a toda velocidad hacia atrás, los policías que le persiguen consiguen esquivarle en el último segundo.

La persecución ha sido tan espectacular que ha provocado el pánico entre los conductores que ante la violencia del ladrón, deciden apartarse por miedo a ser envestidos. Así el hombre ha conseguido huir, aunque no ha llegado muy lejos. Ya ha sido detenido, ahora se enfrenta a varios delitos, el robo de un vehículo, el destrozo de 13 coches y poner en peligro la seguridad pública. Aunque seguro que algún director de cine toma buena nota de la escena de acción que fue grabada por una cámara de seguridad.