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El Juzgado de Instrucción 14 de Barcelona ha imputado al director de una escuela de Gospel por presuntamente humillar, vejar, manipular, coaccionar e incluso mantener relaciones sexuales durante los últimos cuatro años con alumnos a los que daba clase, de los cuales algunos eran menores.

Según han informado fuentes judiciales , Oscar A. convirtió su escuela en una especie de secta en la que manipulaba a los adolescentes a los que convencía de que las vejaciones a las que les obligaba eran buenas para ellos, inculcándoles un fuerte sentimiento de pertenencia al grupo, y provocando que se aislasen poco a poco de su entorno social y familiar.

El acusado organizaba su negocio con una estructura piramidal, de manera que él solamente daba clase de canto a un reducido grupo de adolescentes --las presuntas víctimas--, mientras que otros profesores de su confianza enseñaban a su vez a otros alumnos, sobre los que, en principio, no se produjeron estos abusos.

Precisamente, fueron una veintena de estos alumnos más directos quienes denunciaron a Oscar A., a partir de lo cual la policía y la magistrada del Juzgado de Instrucción 14 emprendieron sus investigaciones.

La policía investiga el estatus jurídico de la escuela que, aunque en principio es de titularidad privada, realizaba sus actividades en centros y locales cedidos por parroquias de Barcelona, llegando incluso a dar clases de canto como actividades extraescolares en algún instituto público.

La juez, que ya ha escuchado la versión de algunas víctimas, tomará declaración al resto a lo largo de la semana, y después citará también al acusado para que dé explicaciones.