Inteligencia Artificial y filtros de Internet: ¿Cómo proteger a los menores?
Según varios expertos, un uso compulsivo de internet es un factor de riesgo para la salud mental
Los jóvenes españoles pasan 420 minutos a la semana conectados en las redes sociales
Las redes sociales, la inteligencia artificial y los filtros son parte del día a día de nuestros adolescentes. Nos guste más o menos gran parte de su visión del mundo surge de la pantalla que sujetan en la mano mientras realizan sus actividades del día a día.
Los jóvenes españoles pasan 420 minutos a la semana conectados en las redes sociales, según el último informe 'Nacer en la era digital: La generación de la I'A. Un espacio, cada vez más grande, al que tienen poco acceso los padres o tutores.
Porque aunque este mundo de retos virales, filtros, lip-sync y terabytes de información tenga sus ventajas, que las tiene, una pregunta acecha inevitablemente a los padres que ven noticias como la de la detención de tres menores por generar imágenes de sus compañeras desnudas (también menores de edad) con ayuda de la Inteligencia artificial y de una sencilla aplicación del móvil: ¿Cómo proteger a los menores de los riesgos que pueden encontrar en estos espacios?
Información y límites para un uso responsable de la tecnología
El primer consejo que dan los expertos – y también de cuerpos como el de la Guardia Civil- es mantenernos informados. Nos tenemos que asegurar de que entendemos el propósito, las facilidades de uso, las habilidades que utiliza de las aplicaciones que están en los móviles de nuestros menores.
El conocimiento es poder: hay que estar informado sobre el funcionamiento y los aspectos legales de la Inteligencia Artificial que utilices o utilicen tus hijos.
No hay que dudar en supervisar las aplicaciones que descargan tus hijos a través del control parental, estableciendo límites para equilibrar el tiempo de uso de tecnología y otras actividades.
Diálogo y comunicación: la base de su salud mental online
Según varios expertos, un uso compulsivo de internet es un factor de riesgo para el desarrollo de una peor salud mental: baja autoestima, soledad, depresión, ansiedad y fobia social.
Hay ciertos factores de riesgo que, según insisten desde el Instituto Europeo de Psicología Positiva, pueden poner en alerta a los progenitores e indicar que ha llegado el momento de intervenir e incluso de buscar ayuda externa profesional.
Hay que estar atentos a ciertas características como la timidez excesiva, la impulsividad, disforia, o la búsqueda compulsiva de nuevas sensaciones.
También es una bandera roja si el menor muestra una incapacidad manifiesta de aceptar límites y normas o cuando se descubre una influencia negativa del grupo de iguales.
Una vía abierta de diálogo con nuestros hijos y fomentar el pensamiento crítico es clave para evitar llegar a esta situación.
Los psicólogos aseguran que poder hablar sin tapujos de que todos tenemos fortalezas y debilidades, trabajando, por un lado, la confianza y, por otro, la empatía, es un elemento clave para proteger a nuestros menores a la hora de enfrentarse al uso de las redes sociales.
Es importante que las familias compartan tiempo de ocio y diversión con ellos para ayudarles a entender las redes sociales y tener una interacción positiva con estas plataformas.
¿Qué hacer si se ha generado contenido sexual sin su consentimiento?
Desde que en 2017 llegó a nuestras vidas la tecnología 'deepfake', es decir vídeos manipulados con IA para suplantar la identidad de una persona, siempre ha arrastrado el problema de su uso para generar contenido sexual sin consentimiento.
Las famosas como Taylor Swift han sido ya sus víctimas, pero no son las únicas, las personas de a pie también pueden sufrirlo.
Las investigaciones sobre el tema apuntan a que la gran mayoría de víctimas son mujeres: alrededor del 96% de vídeos que emplean esta tecnología se basan en imágenes de mujeres que se utilizan para crear contenidos sexuales sin su consentimiento.
En caso de que hayan utilizado nuestra imagen personal sin nuestro consentimiento están vulnerando nuestro derecho a la imagen y al honor.
Si además se trata de un desnudo, un contenido pornográfico o de tipo sexual, nos encontramos ante un delito contra la intimidad. Como se trata de nuestra imagen, también hay una vulneración de nuestra protección de datos.
En el caso de tratarse de contenido generado a partir de imágenes de un menor de edad, puede incurrir en un delito de pornografía infantil.
Lo podemos denunciar por tres vías: ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (por ejemplo, la Policía) por un posible delito contra la intimidad personal. También podemos presentar una demanda civil en un juzgado por infracción de derechos de imagen e intromisión ilegítima al derecho al honor.
Por último, podemos presentar una reclamación ante la plataforma en la que se esté difundiendo el contenido en cuestión, y en caso de ausencia de respuesta o negativa, reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). En este caso sería por nuestro derecho a la protección de datos.
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