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Los montañeros Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza han explicado que han vuelto "un poco tristes y decepcionados" tras no haber conseguido su objetivo de enlazar las cumbres de los Gasherbrum I y II, debido al fuerte viento que les impidió avanzar.

A su regreso a Bilbao, los tres han ofrecido hoy una rueda de prensa para explicar los detalles de la expedición a estos dos "ocho miles" que querían unir por una vía fuera de la normal. Tras no poder subir, rescataron al montañero italiano Valerio Annovazzi, que llevaba varios días sin poder moverse del campo 3 del G-II.

Vallejo ha señalado que "el gran problema de esta expedición es que no hemos tenido una ventana de cuatro días de buen tiempo para poder intentar la ruta: había muchísimo viento en altura; te intentas autoengañar y decir que parará, pero la realidad se impuso".

Zabalza ha apostillado que este verano ha habido en el Karakorum mucho más viento de lo normal, y además "siempre estaba la nube". "Físicamente estábamos muy bien, pero el monte estaba muy peligroso, muy cargado (de nieve). Teníamos la impresión de que estábamos en el lugar inadecuado, de que nos podríamos ir en cualquier momento por una avalancha, así que desistimos", ha dicho.

Se trata del segundo año seguido en el que han intentado hacer esta ruta. "Creíamos que peor que el año pasado no iba a poder ser, pero sí, es posible. No ha habido grandes nevadas, pero las precipitaciones de cinco o diez centímetros eran diarias", ha añadido Iñurrategi.

Este año algunas expediciones han hecho cumbre en el Gasherbrum-II -no en el uno- por la ruta normal, pero las cuatro que intentaban rutas alternativas en la zona -y más difíciles- no lo han logrado.

"Hemos vuelto un poco tristes y decepcionados, porque el objetivo era claro y no lo hemos conseguido. Ya sabemos que cuando intentas algo más complicado las posibilidades son menores", ha subrayado Vallejo.

Los tres han restado importancia al rescate que hicieron del italiano Annovazi, al que salvaron la vida tras subir desde el campo base hasta los 7.100 metros, donde el italiano llevaba tres días sin moverse en una tienda, tras haber hecho cumbre por la vía normal.

"El rescate ha sido un accidente, no queremos tapar el fracaso del reto deportivo con el rescate. No dudamos de ir a por él -cuando los tres vascos ya estaban en el campo base preparando el regreso a casa- pero no queremos darle importancia. Es la esencia del alpinismo, es algo que todo alpinista debería hacer", ha dicho hoy Vallejo.

Ahora no tienen planes para el futuro, aunque ya han descartado volver una tercera vez a intentar esta ruta en los Gasherbrum. "La dejamos en barbecho, por lo menos a corto y medio plazo", ha comentado Zabalza.

Con este intento se acaba también el patrocinio a los alpinistas de la fundación WOP, creada por Mikel Rentería para combatir las enfermedades neurodegenerativas como la que afecta a su hijo Jon. La fundación seguirá vinculada al mundo del deporte y en octubre hará un evento en el monte Gorbea.