Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha creado un robot con forma de perro dotado de inteligencia artificial que puede servir de guía a personas dependientes o con discapacidad.
Entre sus múltiples prestaciones, destaca su capacidad de distinguir de forma inequívoca entre un objeto y una persona, gracias a su sistema de aprendizaje automático y a la cámara que lleva incorporada en la cabeza.
Al estar conectado a Google puede conocer información en tiempo real como, por ejemplo, la situación del tráfico y es capaz de comunicarla a su dueño o a otras personas mediante voz.