La Guardia Civil investiga a un integrante del dispositivo de Protección Civil como bombero voluntario en Sotillo de la Adrada (Ávila) como supuesto responsable de los incendios que el pasado 27 de agosto se declararon en el municipio abulense de Santa María del Tiétar, al sur de Ávila, y en el madrileño de Rozas de Puerto Real, muy próximos entre sí.
Al presunto responsable se le considera autor de varios delitos contra la seguridad colectiva e incendio forestal, según ha informado en una nota de prensa el instituto armado que, apunta que desde el inicio los investigadores dedujeron la intencionalidad de las llamas.
Unas llamas que surgieron poco después de las siete y media de la tarde de aquella jornada, poco después del fuego que se había declarado en la misma comarca, en el municipio Candeleda, también intencionado, afectando finalmente a 2,60 hectáreas arboladas en el caso de Santa María del Tiétar y en torno a 20 en el incendio que se había declarado previamente.
Los numerosos medios humanos y materiales consiguieron controlar con cierta rapidez las llamas en una zona especialmente sensible desde el punto de vista medioambiental y muy peligrosa por las elevadas temperaturas en esta comarca denominada la Andalucía de Ávila.
Según la Guardia Civil, el fuego se inició junto a la Cañada Real, a escasos 100 metros del monasterio de la Conversión, incorporándose al dispositivo miembros del Equipo de Investigación del Servicio de Protección a la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil, para determinar el origen de las llamas, tomando como referencia al primeras evidencias.
La rápida intervención de los medios hizo que el fuego quedara controlado y extinguido, dando inicio la operación SOTIETAR, a raíz de la cual los investigadores hicieron una lectura de los vestigios dejados por el fuego en los objetos que encuentra en su avance, lo que contribuyó a la reconstrucción del incendio.
Empleando el Método de las evidencias físicas, los efectivos lograron localizar la zona de inicio de las llamas junto a la Cañada Real y determinar en los primeros análisis la intencionalidad de las mismas.
Se dio la circunstancia de que 5 minutos antes se declaró otro incendio forestal en el término municipal de Rozas de Puerto Real, muy cercano a Santa María del Tiétar, aunque en la vecina Comunidad de Madrid.
Primeras pruebas
El instituto armado señala que en las primeras actuaciones resultó "fundamental" la labor de un miembro de la patrulla del Seprona de Cebreros (Ávila) que, pese a encontrarse fuera de servicio, acudió inmediatamente y recabó "las primeras pruebas indiciarias fundamentales" para la resolución posterior del hecho.
Las investigaciones pudieron determinar la ubicación en la zona de los incendios de un vehículo con unas "características singulares", cuyo propietario resultó ser un vecino de la localidad de Sotillo de la Adrada (Ávila), en el Valle del Tiétar y próxima a los dos municipios afectados.
Se trata de un vecino de Sotillo de la Adrada (4.700 habitantes) e integrante del dispositivo de Protección Civil de la localidad como bombero voluntario quien, ante los primeros interrogatorios no reconoció la autoría de los incendios y contradijo las declaraciones de los testigos.
Evidencias encontradas por la Guardia Civil
Sin embargo, la Guardia Civil señala que "las evidencias encontradas" y los informes técnicos del SEPRONA hicieron que este sotillano fuera investigado a partir del pasado 2 de septiembre.
Se le investiga por los delitos de incendio forestal y la "provocación" de los fuegos, "motivando la misma con su intención de poder acudir a ellos a apagarlos con sus compañeros de Protección Civil y sentirse útil en dicha asociación de voluntarios".
Estos fuegos se produjeron en una época de "peligro alto" de incendios forestales, con "el consiguiente riesgo de afección a las poblaciones cercanas, debido a su proximidad y fácil propagación a las masas forestales de los parajes afectados por el fuego".
Captado por la Guardia Civil
El instituto armado señala que las investigaciones han contado con la "dificultad añadida" de que el presunto autor de los fuegos "comenzó a tomar ciertas medidas o comportamientos para evitar ser captado por sistemas de vigilancia o la propia presencia de componentes de la Guardia Civil".
Por ello, alteró su rutina de desplazamientos con su vehículo para "intentar no ser detectado a determinadas horas y días en las inmediaciones de los lugares donde se incendiaba el monte", unido todo ello a su "perfecto conocimiento" de los accesos a parajes, caminos y carreteras de la localidad en la que reside.
La operación SOTIETAR ha sido desarrollada por componentes del Equipo de Investigación del SEPRONA de Ávila, en colaboración con los agentes medioambientales de la Comunidad de Madrid.
Las diligencias del caso se encuentran en el Decanato de los Juzgados de Primera Instancia de Arenas de San Pedro (Ávila) y en la Fiscalía Provincial de Medio Ambiente y Urbanismo de Ávila, así como en Decanato de los Juzgados de Primera Instancia de Navalcarnero (Madrid) y en la Fiscalía Provincial de Medio Ambiente y Urbanismo de Madrid.