En plena época de retos y propósitos de superación para 2018 os presentamos a José María Andreu, un auténtico ejemplo de motivación y de los valores del deporte.
Andreu es un valenciano de la localidad de Torrent que parece salido directamente de la legendaria batalla de las Termópilas. Una gesta que puso a prueba el coraje de los 7.000 soldados de la alianza griega frente a los 250.000 hombres del ejército persa.
Cruzar fosos, zonas en llamas, barro, alambres como auténticos espartanos, trepar cuerdas, lanzar rocas, jabalinas o troncos, pasar bajo alambres de espino, subir muros o desplazarse colgando de barras son algunos de los obstáculos que deben superar los participantes en la Spartan Race. La preparación ante esta prueba, debe ser máxima. Llegar a meta y conseguir la medalla es el sueño de todo corredor.
Espartanos de todo el mundo luchan contra los elementos en las diferentes modalidades de esta competición. Sin duda, la mejor carrera de obstáculos del mundo es una prueba durísima que despierta el lado más guerrero.
Dentro del evento, existen tres modalidades en función de la dureza: la Sprint, de cinco kilómetros y 15 obstáculos; la Super, de 13 kilómetros y 21 obstáculos; y la Beast, de 20 kilómetros y 26 obstáculos.
José María recomienda disciplina y constancia a la hora de prepararse para la prueba: "hago entrenamientos en crossfit, bastante trabajo cardiovascular y cuido la alimentación. Y es recomendable correr por la montaña para aclimatarme un poco. Entreno dos horas al día. Normalmente me levanto a las seis de la mañana y me voy a entrenar. No fumo y no bebo. El deporte es un vicio".
Pero no siempre fue así. De pequeño, José María odiaba la asignatura de Educación Física. Aficionado al waterpolo, llegó a convertirse en un aguerrido espartano gracias a su pasión por los Juegos Olímpicos y el marketing deportivo. "En octubre de 2012 pesaba 102 kilos y quería estar mejor conmigo mismo. Mi amigo Francesc Gascó (@pakozoic en Instagram) me descubrió la Spartan Race. En septiembre de 2014 ya había completado la primera, en la modalidad Sprint".
La afición por la Spartan Race fue a más y José María decidió conseguir el recto de la Trifecta, que consiste en completar las tres modalidades en un año natural: "en Madrid corrí la Super y la Sprint el mismo día, con el temor a una recaída con un esguince. Y en Barcelona acabé la Beast, una carrera durísima donde descubrí que más que esfuerzo físico, era un esfuerzo mental".
Desde entonces ha completado diecinueve Spartan Race: "no es sólo una carrera, es como la vida misma. Ningún obstáculo parece insuperable cuando te enfrentas a ellos una y otra vez" asegura este valenciano de 34 años. José María Andreu compagina su afición deportiva con su formación en Empresariales, Marketing y Gestión Comercial.
Ha corrido decenas de Spartan Race
José María recomienda completar el reto de la Trifecta.
Lo que más le impactan a José María son las historias personales de superación detrás de algunos participantes: "en Barcelona vi a un chico con prótesis en la pierna haciendo 'burpees'. Hay gente que la ha realizado con silla de ruedas. Y en EEUU la hizo un militar sin piernas. Entonces pienso: ¿cómo me estoy quejando?".
Este auténtico espartano nos aporta diariamente buenas dosis de motivación en su cuenta de instagram: https://www.instagram.com/jose.andreu/
Nacida hace ocho años en las verdes montañas de Vermont (EEUU) y creada por Joe DeSena, apasionado por las carreras que desafían cuerpo y mente, la Spartan Race es todo un sentimiento que te transforma. Por algo ya se ha extendido a 60 países de todo el mundo.