La Dirección General de Tráfico (DGT) baraja la posibilidad de prohibir que los conductores salgan de sus vehículos para colocar los triángulos reflectantes de preseñalización de peligro en casos de avería en autopista o autovía por el riesgo que supone de atropello.
El director general de Tráfico, Pere Navarro, adelantó este martes, en declaraciones a los periodistas en la sede de la DGT, que en Luxemburgo y Reino Unido no es obligatorio poner triángulos de emergencia.
“Estudiamos para autopista y autovía ver cómo jurídicamente podemos hacer que el triángulo deje de ser obligatorio”, comentó, antes de comentar que en Reino Unido han eliminado esa medida porque en esas carreteras “hay muchos coches, mucho tráfico y van muy deprisa”. “Lo han quitado por el riesgo que hay de atropello para aquel que ha bajado del coche para colocar el triángulo”.
En esos casos, Navarro apostó por abandonar el vehículo por el asiento del copiloto y llamar a los servicios de emergencia para pedir auxilio.
COLOCAR LOS TRIÁNGULOS
El Reglamento General de Vehículos obliga desde 1999 a colocar triángulos o dispositivos de preseñalización de peligro (denominados V-16), concretamente "uno por delante y otro por detrás del vehículo o la carga, como mínimo a 50 metros de distancia y en forma tal que sean visibles desde 100 metros, al menos, por los conductores que se aproximen".
Se señala que "en calzadas de sentido único, o de más de tres carriles, bastará la colocación de un solo dispositivo, situado como mínimo a 50 metros en la forma anteriormente indicada".
Desde julio de 2021, esos triángulos pueden sustituirse por un dispositivo luminoso de emergencia que se coloca en la parte superior del vehículo averiado en carretera y los cuales serán obligatorios, siempre que estén geolocalizados, a partir del 1 de enero de 2026, momento en que los triángulos dejarán de emplearse con la normativa actual.
Navarro comentó que el año pasado murieron 126 personas por atropello en las carreteras españolas, del total de 1.145 víctimas mortales de tráfico, lo que supone uno de cada 11 fallecidos. De esas 126, 16 murieron tras bajarse de sus vehículos.