La Fiscalía de la Audiencia Nacional pide 50 años de cárcel para Yassine Kanjaa por el asesinato del sacristán Diego Valencia y por herir gravemente a un sacerdote con un machete de grandes dimensiones durante un ataque de tipo yihadista en dos iglesias de Algeciras (Cádiz), el 25 de enero de 2023.
En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso EFE, la Fiscalía pide para él 25 años de cárcel por un delito de asesinato terrorista, otros 15 por el de asesinato terrorista en grado de tentativa, y 10 años más lesiones terroristas, penas que reclama que lleven aparejadas la medida de libertad vigilada de hasta 7 años, una vez cumplida la pena de prisión.
En el ataque, perpetrado con un machete de grandes dimensiones y al grito de Alá en la parroquia de San Isidro y en la iglesia Nuestra Señora de la Palma, fue asesinado el sacristán Diego Valencia y herido gravemente el sacerdote Antonio Rodríguez Lucena, que falleció en octubre pasado, meses después del ataque.
La Fiscalía también solicita que indemnice con 150.000 euros a la viuda del sacristán y con 50.000 euros a cada uno de sus hijos; a los herederos del sacerdote ya fallecido con 17.000 euros por la lesiones ocasionadas y las secuelas, y con 3.700 euros a otro de los sacerdotes que también resultó herido.
Yassin Kanjaa residía en Algeciras, al menos desde el 16 de junio de 2022, cuando fue identificado por agentes de la autoridad, que comprobaron que había entrado irregularmente en España y carecía de documentación, lo que motivó que se le abriera un expediente para proceder a su expulsión, relata el fiscal.
Kanjaa, de 26 años y nacionalidad marroquí, se encuentra ingresado en un centro psiquiátrico penitenciario de forma preventiva y se ha sometido a diferentes exámenes psiquiátricos a lo largo de la causa.