Tras la acusada han testificado los padres del bebé secuestrado, que han expresado, entre lágrimas, el sufrimiento "y el trauma" que aún tienen ambos, que han necesitado tratamiento psiquiátrico tras ese episodio y se despiertan por las noches pensando que les va a ocurrir algo similar nuevamente.
"Me dijo que se lo llevaba para hacerle unas pruebas y yo le cogí con mis manos y se lo entregué", ha contado entre lágrimas la madre del pequeño.