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La agente de la Guardia Civil, Paola, que se suicidó a primera hora de este jueves tras causar la muerte por disparos de sus dos hijas en el cuartel de la Guardia Civil de Quintanar del Rey (Cuenca) no tenía antecedentes por baja psicológica, según han confirmado fuentes de la Guardia Civil.

La mujer tenía 42 años y las menores 9 y 11 años, según han señalado fuentes del Servicio de Atención y Coordinación de Urgencias y Emergencias de Castilla-La Mancha, en base a los servicios sanitarios movilizados hasta el lugar.

Fuentes de la Guardia Civil han informado que la agente estaba en activo. Estaba separada de su pareja, sin que consten antecedentes por baja psicológica. La investigación preliminar, sin embargo, apunta a que la agente disparó a sus hijas y luego se suicidó.

Una guardia civil mata a sus dos hijas de 9 y 11 años en el cuartel de Quintanar del Rey y luego se suicida

Los hechos han sucedido en una vivienda del pabellón oficial del acuartelamiento de Quintanar del Rey y han sido los propios compañeros los que han acudido tras escuchar las detonaciones. Allí han hallado los cuerpos sin vida de la agente y de la dos menores.

Por su parte, la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de Guardia Civil investiga los hechos para esclarecer lo ocurrido

Planeaba mudarse a Algeciras y estaba en trámites de divorcio

La agente de la Guardia Civil era muy conocida y querida en la localidad, donde llevaba diez años prestando servicio. Pero Paola tuvo una separación traumática hace menos de un año, donde discutía constantemente con su exmarido.

La agente estaba pasando unos momentos complicados por la disputa de la custodia de sus hijas

Tras el divorcio, la custodia de Iris y Lara se la quedó Paola, y su intención era mudarse a Algeciras. "No le digáis a papá que nos vamos a ir a vivir a Algeciras" era la frase que más repetía Paola según contaron las niñas a Santiago, su padre.

Esta situación dio lugar a una batalla judicial por la custodia de sus dos hijas de 9 y 11 años, y provocó duros momentos para la ex pareja. Santiago, el padre, nunca había importunado a su exmujer, pero decidió demandarla para pedir la custodia compartida porque ni él ni las propias niñas querían que el traslado a Algeciras se produjera.

A pesar del enfriamiento de la relación, las fiestas navideñas ya estaban cuadradas: la Nochebuena la pasarían con la familia paterna y el Fin de Año con su madre. Pero el problema se desató cuando las niñas insistieron en pasar la Nochevieja también con su padre. "Mami se ha enfadado porque vamos a pasar la Nochebuena con vosotros y porque también queremos pasar la Nochevieja aquí", reconoció una de las pequeñas a su abuela.

En esta misma línea se ha manifestado Lucía, prima del padre de las niñas, que también a las puertas del cuartel de la Guardia Civil ha señalado que el progenitor y la madre de las niñas, a pesar de que llevaban unos dos años separados, "intentaban llevarse lo mejor posible" por el bien de sus hijas.

"Si se separaron, supongo que fue porque la relación no sería idílica, pero por sus hijas se llevaban bien", ha expresado visiblemente emocionada Lucía, que ha confirmado que, aunque la madre tenía la custodia de las niñas, tanto el padre como los abuelos paternos pasaban mucho tiempo con ellas, dado que la mujer trabajaba.

El tío paterno, a su vez, ha subrayado que a pesar de que la custodia fuera de la madre, las niñas pasaban mucho tiempo con los abuelos paternos y con el padre, ya que se veían "la mayoría de los días", pues él las llevaba al colegio y cuando acababa de trabajar, también las veía.

Asimismo, ha explicado que la mujer y las niñas habían estado durante el fin de semana en Algeciras, con la familia de ella, y que las niñas habían contado que se lo habían pasado muy bien. Pero al final, tanto el padre como los abuelos paternos intentaron contactar este miércoles con las dos chicas, pero no fue posible.