Después de su máximo acercamiento al Sol, la sonda solar Parker de la NASA ha transmitido un tono de baliza a la Tierra que indica que goza de buena salud y funciona normalmente.
La sonda solar Parker de la NASA envío la noche de este jueves señales de vida tras pasar 'rozando' cerca del Sol. Parker estuvo fuera de contacto desde el 24 de diciembre, cuando se situó a solo 6 millones de kilómetros de la superficie solar mientras se movía a unos 700.000 kilómetros por hora.
Los técnicos esperan que la nave espacial empiece a enviar datos sobre su estado el 1 de enero.
El estudio más cercano del Sol permitirá a los científicos a comprender mejor cómo el material en esta región se calienta a millones de grados, rastrear el origen del viento solar (un flujo continuo de material que escapa del Sol) y descubrir cómo las partículas energéticas se aceleran a casi la velocidad de la luz.
Los últimos pasos cercanos han ayudado a los científicos a identificar los orígenes de las estructuras en el viento solar y a mapear el límite exterior de la atmósfera del Sol.