Las monjas Jerónimas han expresado este jueves su "profundo pesar" tras conocer el recurso de casación que el Obispado de Mallorca ha presentado contra la sentencia de la Audiencia que les reconoce la propiedad del Monasterio de Santa Isabel.
En un comunicado, la priora del monasterio, Ángeles Sanz, respeta la decisión del Obispado, aunque avisa de que ese respeto "no evitará que la orden continúe defendiéndose de las situaciones injustas y no queridas vividas hasta ahora y que lo hará con contundencia".
Las religiosas cuestiona de este modo la admisibilidad a trámite del recurso de casación y han mostrado su oposición por carecer absolutamente de base.
Las monjas han insistido en su voluntad de poner fin al litigio para que el monasterio sea un lugar para los palmesanos y que cumpla una función social en beneficio de los más vulnerables.
"Han sido muchos años de lucha entre hermanos, de incertidumbres, de nerviosismo, cuando nuestra función en la tierra no es esa", han señalado las religiosas.
En el comunicado, la priora recuerda que la sentencia del Tribunal de Apelación contra la que ha formulado el Obispado de Mallorca el recurso de casación ratificó en todos sus extremos el pronunciamiento de primera instancia por el que se reconoce y declara que las religiosas jerónimas del Monasterio de Santa Isabel son las propietarias de su propio monasterio, que vienen poseyendo, ampliando, cuidando y atesorando pacíficamente desde 1485, con la consiguiente cancelación del asiento inmatriculatorio provocado por las certificaciones del obispo Javier Salinas, emitidas contra todo derecho y razón, en noviembre de 2014.