Un equipo de investigación internacional ha demostrado con éxito que se pueden evitar las estelas de vapor duraderas de los aviones ajustando la altitud de vuelo.
Esos rastros de condensación pueden atrapar calor en nuestra atmósfera en condiciones específicas y aumentar el impacto que tiene la industria de la aviación en el calentamiento global, informa la NASA.
Para mitigar sus efectos se adaptaron las rutas de los vuelos regulares en el espacio aéreo sobre el noroeste de Alemania y los países del Benelux.
El procedimiento de "evitación" se utilizó cada día alterno, cuando el pronóstico meteorológico para las altitudes de vuelo utilizadas por el tráfico aéreo regular sugería que se formarían estelas de condensación duraderas.
Los vuelos se desviaron hacia arriba o hacia abajo 2.000 pies (aproximadamente 660 metros). Luego, los investigadores utilizaron imágenes de satélite para comprobar si se habían formado o no estelas de vapor duraderas.
Como referencia sirvieron los vuelos de los días en que el tráfico aéreo no estaba sujeto al procedimiento. El equipo de investigación -pertenecientes a la NASA, United Airlines y el Centro Aeroespacial Alemán (DLR), entre otros- pudo demostrar que las estelas de vapor duraderas se producían con menos frecuencia.