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El hombre que ideó el secuestro de un menor de 11 años que sido liberado en Barcelona tras dos días de cautiverio planificó el rapto cuando coincidió en una prisión valenciana con el padre del chico, un narco que gozaba de un alto nivel de vida y que al parecer acumulaba varias deudas por tráfico de drogas.

Los Mossos d'Esquadra han liberado a un menor de 11 años víctima de un secuestro, por quien sus captores pedían un rescate de cinco millones de euros y que durante los casi dos días que estuvo cautivo en un piso de Barcelona permaneció atado de pies y manos y sedado y recibió todo tipo de amenazas.

Según han informado fuentes cercanas al caso, una de las líneas de la investigación sobre el móvil del secuestro es que el padre del chico, un narco de origen colombiano que cumplía una condena por un delito contra la salud pública en una prisión valenciana, le explicó a un compañero de prisión, de nacionalidad española y acusado de homicidio, que había contraído varias deudas.

Este preso, tras comprobar que el colombiano disfrutaba de un alto nivel de vida ya que regentaba varios restaurantes, ideó y preparó minuciosamente el secuestro para pedir un elevado rescate.

El inspector de los Mossos d'Esquadra Jordi Domenech, responsable del área de personas de la policía catalana, ha explicado hoy en rueda de prensa que, como cebo, el cerebro de la operación le comunicó al narco que tenía unos conocidos en Barcelona que podían facilitar los trámites de regularización a su mujer y a sus tres hijos a través de un policía corrupto.

Ante esta situación, la madre, tras intercambiar varios correos electrónicos y faxes con una mujer que se identificaba falsamente como "señora Vives", se desplazó a Barcelona desde Sagunto -la ciudad valenciana en la que residían- acompañada por su hijo mayor, de 11 años, y un primo mayor de edad.

Cuando el martes 25 de septiembre pasado llegaron al punto de encuentro en el que habían sido citados por la señora Vives, una gasolinera de la plaza Cerdà de Barcelona, ésta le dijo a la mujer que tenían que subirse a su vehículo, ya sin la presencia del primo, que se quedó en la gasolinera.

Sin saber que se trataba de un engaño, madre e hijo subieron al coche conducido por la mujer, hasta que llegaron a un descampado de la comarca barcelonesa del Baix Llobregat, donde cuatro asaltantes, armados y tapados con capuchas, cogieron por la fuerza al niño, le inyectaron un tranquilizante y lo encerraron en el maletero.

La madre, después de que los raptores le dijeran que si quería volver a ver a su hijo tenía que pagar un rescate de 5 millones de euros, se fue andado hasta la carretera, donde hizo autoestop y un camión la llevó a Barcelona, donde fue a buscar al primo a la gasolinera y se dirigió a la comisaría de los Mossos d'Esquadra.

Los investigadores descubrieron rápidamente el nexo entre el padre del menor y el cerebro del secuestro, lo que les permitió localizar el piso en el que la "señora Vives" mantenía secuestrado al niño, en la calle Trajà de Barcelona, muy cerca de la gasolinera de la plaza Cerdà.

Los Mossos activaron entonces al grupo especial de intervenciones (GEI), que el 27 de septiembre liberó al niño, al que encontraron atado de pies y manos y muy adormecido y desorientado por efecto de los tranquilizantes que le suministraron los secuestradores, por lo que ha pasado siete días en observación en el Hospital Sant Joan de Deu de Barcelona, del que ya ha sido dado de alta.

De hecho, tanto la madre como el niño ya se encuentran en Sagunto, mientras que el padre ha sido derivado a una cárcel de Mallorca y el que planificó el secuestro a una de Cataluña.

Según Domenech, la liberación del niño se produjo dos días antes de la fecha en la que estaba previsto el pago del rescate, fijado en el documento manuscrito para el 29 de septiembre.

Los Mossos han detenido a dos de los supuestos secuestradores, entre ellos a la falsa "señora Vives", Marta C.V., de 46 años, así como a otro de los miembros del grupo, Guillermo F.M., de 36 años de edad, ambos españoles y con antecedentes por robos.

La operación policial sigue abierta para detener a los otros tres miembros del grupo, uno de los cuales ya ha sido identificado.