Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Ayamonte (Huelva), en funciones de guardia, ha decretado la puesta en libertad provisional con la imposición de medidas cautelares para los tres detenidos --dos hombres y una mujer-- en Lepe por presuntamente explotar sexualmente a mujeres en un piso de citas tras ser captadas en sus países de origen y trasladadas a España donde eran obligada a ejercer la prostitución "sin descanso".
Así lo han indicado a Europa Press desde el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que ha señalado que los detenidos por el Grupo de Investigación de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional de Huelva pasaron el día 17 de diciembre de 2024 a disposición judicial.
Así, ha apuntado que la Fiscalía no interesó ninguna medida, por lo que se acordó de oficio su puesta en libertad provisional con la imposición de medidas cautelares, como son la obligación de comparecer en sede judicial los días 1 y 15 de cada mes; la retirada del pasaporte y la prohibición de salida de territorio nacional.
Asimismo, el TSJA ha explicado que durante sus respectiva comparecencias en sede judicial, los detenidos únicamente respondieron a las preguntas formuladas por su abogado.
De este modo, se investigan presuntos delitos de trata de seres humanos y pertenencia a grupo criminal.
Al ser los hechos de fecha indeterminada, y de conformidad con las normas de reparto aplicables en este Partido Judicial, este Juzgado se inhibió a reparto, sin que le corresponda el conocimiento de la causa.
Por su parte, la Policía Nacional de Huelva ha informado este lunes de que la investigación se inició gracias a la colaboración ciudadana, concretamente a través de la denuncia formulada en la página Servicio de Atención a las Víctimas de Trata de Seres Humanos, de la web de la Policía Nacional, destinada a tal fin y que garantizan el anonimato de las denunciantes.
A través de dicha denuncia se puso en conocimiento la existencia de un piso de citas en Lepe.
Así, tras las primeras pesquisas se localizó el entramado, el cual estaba liderado por un matrimonio que, conviviendo junto con las víctimas en el mismo piso, lograban tenerlas controladas en todo momento.
Además, el modus operandi de la organización consistía en la captación de potenciales víctimas con escasos recursos a quienes convencían para viajar a España ofreciéndoles falsas promesas de trabajo que vendrían a paliar su precaria situación económica que les ayudaría a mantener a sus familias.
Así, viajaban por avión desde su país de origen hasta España, simulando un viaje de turismo.
Todos los gastos originados les eran posteriormente repercutidos formando parte de la deuda que contraían con la organización y que tendrían que saldar vía explotación sexual.
De este modo, cuando las mujeres llegaban a España eran trasladas por otro de los detenidos hasta la localidad donde ejercían la prostitución, quedando desde ese momento custodiadas y vigiladas por las dos personas que convivían con ellas.
Las víctimas eran obligadas a aceptar todos los encargos sexuales durante las 24 horas del día, estando en todo momento a disposición de los clientes que requirieran sus servicios.
Además, el control era "permanente", ya que los controladores recibían y cobraban a los clientes, quedándose en algunas ocasiones hasta con el 50% del pago efectuado por servicio.