Los chalecos, el sistema de protección más eficaz para niños en el agua, según la OCU
La seguridad es mayor que la que ofrecen manguitos, flotadores o 'burbujas'
Los chalecos son “la protección más eficaz” para los niños en el agua según OCU, que este martes recomendó "priorizar” su uso frente al de los manguitos y las burbujas.
Así lo subrayó en un comunicado en el que, en el caso de las ayudas a la flotabilidad para menores que aún no saben nadar, incidió en la importancia de “priorizar” la utilización de un chaleco “acorde” a la talla del niño, “tanto por su mejor ajuste como porque deja los brazos libres”.
Las burbujas, cuando el niño ya sabe nadar
A su entender, las burbujas “son útiles”, pero solo “cuando ya se tiene práctica en la posición de natación” y juzgó “vital” ajustarla en la parte más alta del cuerpo, lejos de la cintura, para “evitar que el niño pueda darse la vuelta y quedar boca abajo en el agua”.
Por lo que se refiere a los manguitos, aunque reconoció que son “más sencillos” de colocar, puntualizó que también resultan “más incómodos” para los niños y tienen el “riesgo de salirse” si no se colocan cerca del hombro.
En paralelo, hizo referencia a otras ayudas como las bandas pectorales o los swimtrainer, si bien estimó que ambos “suelen ser complicados de usar” y consideró “imprescindible contar con unas buenas instrucciones”, al tiempo que aseguró que todos ellos deben contar con hebillas de doble cierre y, en caso de que sean hinchables, tener doble cámara de aire y una válvula anti-retorno para que, aún abierta, “retenga el 75% del aire pasados dos minutos”.
Tras explicar que la “mayoría” de los flotadores se consideran juguetes acuáticos, por lo que no están obligados a cumplir unas normas "básicas" de flotabilidad, al igual que ocurre con “gran parte” de colchonetas, barcos y figuras de animales hinchables, defendió que solo deben usarse en zonas donde el niño “apoye las plantas de los pies”. “Nunca en el mar, ya que la corriente podría arrastrarle hacia dentro”, sentenció, para destacar la “conveniencia” de evitar saltar sobre ellos, ya que es “fácil que salgan disparados y el niño caiga en una mala postura”.
En este punto, advirtió del “riesgo” que, a su juicio, también comporta el uso de colchonetas y figuras hinchables, tanto en el mar como en un pantano, un río o una piscina, dado que, a su juicio, “no es raro” que muchas de las muertes registradas en espacios acuáticos “tengan que ver con flotadores y otros productos hinchables, como animales para montarse encima o pequeñas piscinas portátiles”.
"Sea como sea, recuerda que el niño debe estar siempre vigilado. Recuerda que estos artículos no son salvavidas, solo ayudas a la flotación", sentenció la organización.
Asimismo, hizo hincapié en el “riesgo” asociado a las piscinas hinchables y afirmó que los niños han de estar vigilados “en todo momento por un adulto, aun cuando sepan nadar”, teniendo en cuenta que, ante una pérdida del conocimiento por un resbalón, un golpe o un corte de digestión, ”son suficientes 30 centímetros de profundidad para ahogarse” y que un bebé “puede ahogarse en menos de 10 centímetros de profundidad en apenas 20 segundos”.
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