Los cuatro miembros de una familia, que incluye a dos menores de 9 y 12 años, fueron encontrados muertos este domingo en su casa de la localidad francesa de Carantec, en Bretaña, en un escenario que hace pensar en una acción cometida por el padre, que apareció colgado en la planta baja.
Según los primeros elementos avanzados por la Fiscalía a los medios, fueron los bomberos los que descubrieron los cuatro cadáveres hacia las 11.10 de la mañana en la vivienda familiar, que se encuentra en la calle François le Duc de este pueblo costero de 3.200 habitantes al norte del departamento de Finistère.
El de la mujer, de 38 años, se encontraba en una habitación y el de las dos hijas, de 9 y 12 años, en su propia habitación. El hombre estaba ahorcado en la planta baja. También se encontró muerto un perro de la casa.