Manolo Blahnik, Premio Nacional de Diseño de Moda
Español y universal, Manolo Blahnik, el zapatero prodigioso de la moda española, ha sido galardonado hoy con el Premio Nacional de Diseño de Moda 2012, dotado con 30.000 euros, por ser uno de los "creadores más universales" y "formar parte de la alta costura" con sus originales "manolos".
"Nunca ha estado sujeto a las tendencias, pero siempre las ha trascendido, fiel a sí mismo hasta el punto de convertir su nombre en un sustantivo", ha señalado el jurado en sus alegaciones.
Además, sus afamados "manolos" son piezas de obra únicas que se trabajan de manera artesanal. Y es que Manolo Blahnik ha conseguido lo que pocos diseñadores han logrado: dar "eco internacional a una industria tradicionalmente española", señala el jurado, que destaca su "exquisitez artesana".
Desde hace cuatro décadas, este diseñador afincado en Inglaterra se encarga de hacer feliz a la mujer, y no precisamente por sus habilidades amatorias sino por sus zapatos, más conocidos como "los manolos", diseños que Madonna califica como "mejores que el sexo", ya que "duran más".
Son tan admirados como deseados y codiciados. Muchas mujeres los compran para llevarlos; algunas tan solo los adquieren por puro fetichismo, y otras, sin pudor alguno, acumulan pares y pares en sus vestidores, algunos modelos con más de veinte centímetros de tacón.
De madre española y padre checo, Blahnik, antes de crear zapatos, estudió literatura y arquitectura en la Universidad de Génova y arte en la Universidad de Bellas Artes de París.
"Mi amiga Paloma Picasso me puso en contacto con la editora de la revista Vogue de Estados Unidos y, cuando le enseñé mis dibujos, comentó: 'Por favor, haga zapatos', y hasta hoy", cuenta el zapatero.
Saltó a la fama tras diseñar una colección para el modisto británico Osse Clrark y pronto abrió su propia tienda en Londres (1973), aunque su nombre se colaría en los titulares tras aparecer junto a Angélica Houston en la portada del Vogue británico, convirtiéndose en el primer hombre en aparecer en la primera página de esta edición.
Pero será años después, en 1978, cuando comenzará su andadura por las calles de Nueva York, ciudad en la que colaboró con Calvin Klein.
Teniendo como referente el cine de Visconti y las pinturas de El Greco, Goya, Velásquez y Zurbarán, el diseñador español ha creado en estas cuatro décadas más de 20.000 pares de zapatos, que bautiza con originales nombres, y en los que sigue un proceso artesanal en el que colabora con distintas fábricas de distintas partes del mundo, especializadas en las facetas de la producción.
"Me encanta el cine y la literatura, donde encuentro una gran fuente de inspiración. El primer recuerdo que guardo de unos zapatos se remontan a una Marlene Dietrich caminando sobre unos tacones altísimos", explica el creador.
Pisar la calle con unos "manolos" cuesta entre ochocientos y seis mil euros, precio justificado si se tiene en cuenta que los zapatos con firma Blahnik están realizados con tejidos exquisitos e incluso piedras semipreciosas, además ser realizados de manera artesanal. "Son hormas de calidad, ligeras y con buen diseño", puntualiza.
Carolina Herrera, Winona Ryder, Bianca Jagger, Marisa Berenson, Kate Moss, Julia Roberts, Carolina Herrera y Claudida Cardinale fueron sus primeras clientas. Hoy, pocas "celebrities" se resisten a pisar una alfombra roja sin los manolos.
Buena culpa de ello tiene Sarah Jessica Parker, quien metida en la piel de la "fashion victim" Carrie Bradshow, en la serie "Sexo en Nueva York", los popularizó.
"La moda se ha convertido en algo vulgar, toda está enlatada", explica Manolo Blahnik, quien desvela que "la elegancia está en la inteligencia, en el respeto a la tradición".
Cuando se le pregunta si conoce alguna mujer con los pies perfectos, entre risas dice: "Sí, Raquel Welch". Y añade: "Una noche, durante una cena, una persona puso su pie sobre mi plato y, después de 30 años sin verla, la reconocí por sus perfectos pies".
Ayer fue su cumpleaños y recibió un premio de reconocimiento a su trayectoria en los British Fashion Awards. Hoy España también le felicita y le concede otro galardón más, que suma a una nutrida lista, encabezada por la Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes (2002) y el título honorario de la Orden del Imperio Británico (2007).
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