Marga y su testamento solidario: "No puedo estar más convencida de haber acertado"

Marga tiene 64 años. Vive en un pueblo de la sierra madrileña y aunque prefiere no dar más detalles, no tiene ningún problema en comentar con todas las personas de su entorno cercano que le preguntan por qué ha optado por dejar una parte de su herencia en un proyecto solidario.

“Llevaba mucho tiempo pensándolo, y quien me conoce bien, no le extrañará nada mi decisión. Desde pequeña entiendo el mundo como un lugar en el que cualquier persona merece vivir la vida de una manera plena, y eso, por desgracia, no es así". "Todo lo que pueda hacer para facilitar que alguien pueda vivir mejor, lo haré”, recalca.

Se sorprende cuando le decimos que cada vez más personas optan por una decisión similar a la suya. “Ojalá, si fuera así, no habría tanta desigualdad y todos tendríamos muchas más oportunidades”, afirma de manera firme.

En palabras de Laura Navacerrada, directora del Área Legal de Cruz Roja en la Comunidad de Madrid, “la opción del testamento solidario está creciendo en los últimos años en nuestro país, y se está consolidando como una opción que ofrece una doble vertiente muy positiva".

"Por un lado, viene a consolidar el carácter solidario de la persona que realiza el testamento, y por otro, permite ofrecer un futuro mejor a todas las personas en situación de vulnerabilidad sobre las que podremos trabajar gracias a esos recursos".

COMBATIR LA SOLEDAD NO DESEADA

Marga, por ejemplo, lo tenía muy claro. Ella quería seguir colaborando a hacer que las personas mayores de su pueblo no tengan que sufrir la terrible situación de soledad no deseada que cada vez se extiende más por los municipios de su entorno.

Ahora mismo hace una labor de voluntariado de acompañamiento a estas personas, dentro de la misma organización.

Su objetivo es perseguir que el sentimiento de comunidad, de evitar en todo caso que alguien pueda sentirse desplazado. “Veo a personas que día a día no tienen a nadie con quien hablar, porque a lo mejor ya no pueden salir de sus domicilios, o porque sus familias hace demasiado tiempo que se fueron ya del pueblo. Es superior a mí, y no quiero quedarme de brazos cruzados", dice.

En mi caso tengo suerte, mis hijos ya no viven en el pueblo, pero mi relación con ellos es constante. Ellos son los primeros que entienden lo que siento, y que apoyan mi decisión de haber hecho mi testamento solidario.

"Cuando me ven en el pueblo cerca de mis paisanos, entienden que mi legado tiene un sentido completo”.

"Veo a personas que día a día no tienen a nadie con quien hablar"

Actualmente, Cruz Roja en la Comunidad de Madrid trabaja en proyectos que persiguen combatir la soledad no deseada de nuestros mayores, en todo el territorio autonómico.

Por ejemplo, se trabaja de manera directa en el proyecto Creared, en los entornos rurales, y en todos los municipios en general, al lado de las personas mayores que viven en situación no deseada.

"Para ayudar a personas mayores, a las niñas y niños que necesitan apoyo escolar, para personas que viven una situación laboral complicada…"

"la ayuda económica que se obtiene de los testamentos solidarios nos permite seguir trabajando para ayudar a quien más lo necesita", asegura Víctor Morencos, desde el área de herencias y legados de Cruz Roja en la Comunidad de Madrid.

"Hacer un testamento solidario es un gesto sencillo, con un bajo coste, y que supone un futuro mejor para miles de personas".

"Yo no puedo aportar mucho, y de hecho, no legaré toda mi herencia a Cruz Roja, pero tengo muy claro que grano a grano se hace granero, y que todo suma para alcanzar, ojalá, un futuro mejor para quien más lo necesita”.

Marga está convencida y se despide de nosotros con una amplía sonrisa. Nos da las gracias por poder poner voz a su testimonio, y espera si es posible, "que cunda el ejemplo en cuanta más gente mejor, porque será mejor cuántos más personas nos animemos a dar el paso”.

Puede tener más información sobre testamentos solidarios en: https://testamentosolidario.contigocruzrojamadrid.com/