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Marruecos está dispuesto a pagar para recuperar el esqueleto de un dinosaurio marino gigante que iba a ser vendido en Francia antes de que la casa de subastas suspendiera la operación, pero Rabat recurrirá primero a la justicia si se revela que la operación fue irregular.

Así lo explicó a Efe el director de Patrimonio del ministerio de Cultura, Abdalah Alaui, que añadió que su departamento está esperando ahora los resultados de la investigación llevada a cabo sobre este caso.

"Si el esqueleto salió de forma ilegal deberá ser repatriado a su país de origen; sin embargo, si el recorrido se efectuó de manera regular, se procederá a reembolsar a los compradores para recuperarlo", precisó Alaui, quien resaltó que en este proceso se han movilizado junto a su departamento, los ministerios de Interior, Exteriores y Energía y Minas.

La venta de este esqueleto plesiosaurio marino hizo correr mucha tinta en los medios franceses y marroquíes después de que la Asociación de Protección de Patrimonio Geológico en Marruecos (APPGM) denunciase su venta en una famosa casa de subastas francesa.

Se trata de la casa de subastas Hotel Drouot que anunció la venta del esqueleto con un precio de partida de 350.000 euros (369.000 dólares) el próximo martes, antes de que retractarse y retirar la oferta tras una reunión que el embajador de Marruecos en Francia, Chakib Benmusa, solicitó con el comisario de la subasta, Alexandre Giquello.

En la presentación de este esqueleto, la casa de subastas destacaba su carácter excepcional: fue uno de los grandes depredadores marinos de finales de la era del Cretáceo, tiene 66 millones de años, está completo en un 75% y mide 9 metros.

Drouot lo presentaba como el animal que había inspirado la legendaria figura del monstruo del Lago Ness.

Los trabajos de restauración supusieron un gran trabajo, según Drouot, ya que los huesos fueron extraídos de capas diferentes de fosfatos, una labor realizada por un grupo de especialistas italianos que duró más de dos años.

Este plesiosaurio fue hallado en 2011 en la cuenca fosfatera de Ouald Abdoun, en Juribga, una zona del centro de Marruecos donde se han encontrado algunos de los mejores fósiles de África gracias a la naturaleza del fosfato, uno de los minerales que mejor preserva los seres vivos "atrapados" en su interior.

En un comunicado enviado a Efe, el bufete Binoche et Giquello -"garante" de esta pieza única- precisó que la suspensión de la oferta fue por voluntad propia de Drouot en acuerdo con el propietario del esqueleto, pero precisó que su venta respetaba "totalmente la legislación francesa".

El bufete indicó también que, de conformidad con el Gobierno marroquí, el esqueleto será expuesto en Drouot entre el 4 y el 7 de marzo, sin que quede claro cuál será su inmediato destino posterior.

Los expertos paleontólogos marroquíes sospechan del carácter irregular de la salida de este esqueleto. Según la prensa local, este esqueleto, antes de su llegada a Francia, estaba en manos de una casa especialista en curiosidades italiana, que lo había comprado en la Feria de Múnich en 2014, una de las mayores de Europa en venta de minerales y joyas.

Fue la APPGM la que primero alertó sobre el posible carácter irregular de la salida de los fósiles de este plesiosauiro debido al tamaño y gran cantidad de los huesos que lo componen.

La presidenta de esta asociación, Hasna Chenaui, en una entrevista con el sitio web "medias24.com", lamentó que la mayoría de los descubrimientos "excepcionales" encontradas en el país magrebí salen con frecuencia hacia el extranjero aprovechándose de las lagunas en la legislación en materia geológica y paleontológica.

Chenaui deploró que en todos los museos de ciencias naturales en el mundo hay objetos originarios de Marruecos, exportados unas veces con permisos y otras de forma oscura.

Además, y aunque la experta no lo mencionó, Marruecos carece hasta el momento de un museo de ciencias naturales que pueda exhibir fósiles voluminosos y mostrarlos al gran público en condiciones de seguridad.

"¿Qué nos va a quedar en Marruecos para nuestros hijos, nuestros estudiantes y nuestros proyectos científicos?", se lamentó.