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El 53,6% de los 862 conductores fallecidos en 2023 en accidentes de tráfico sometidos a autopsia había consumido alcohol, drogas o psicofármacos, lo que supone un ligero aumento del 0,8 con respecto al año anterior, atribuido al alza de los positivos en drogas frente al descenso en la detección de alcohol.

Son algunas de las principales conclusiones de la memoria anual del Instituto Nacional de Toxicología sobre la incidencia del consumo de alcohol, drogas y psicofármacos en las víctimas de tráfico, presentada este jueves y que recoge los análisis realizados a más de un millar de fallecidos en siniestros viales, de ellos 862 conductores y 200 peatones.

Un muerto y ocho heridos en un accidente de tráfico en Lorca, Murcia

Del total de conductores muertos que dieron positivo, un 32,7% dieron por alcohol, mientras que las drogas, predominantemente cocaína y cannabis, aparecen en un 22,7% y los psicofármacos en un 15,7%.

Pese a que el alcohol sigue siendo la sustancia más presente entre los fallecidos, los análisis del pasado año constatan con respecto a 2022 un descenso en la detección de alcohol del 2,8%, en tanto que aumentan un 2,3% los positivos en drogas y un 1,1% los de psicofármacos.