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El incendio forestal de la Sierra de Gata cacereña suma su tercer día sin control, avivado por el fuerte viento, que ha obligado esta madrugada a desalojar a un millar de personas de la población de Hoyos, donde han llegado más medios materiales y humanos para apoyar los trabajos de extinción.

En medio de este panorama desalentador sólo una buena noticia, la mejora de la situación en el entorno de Acebo y Perales del Puerto, que ha posibilitado que sus vecinos, unos 1.400, hayan regresado esta tarde a sus casas.

Las más de 5.000 hectáreas quemadas, según el último balance, de ayer por la mañana, superan ampliamente las 3.982 hectáreas que ardieron durante todo el año pasado en Extremadura e igualan la cifra de 2013.

Los responsables del Plan Infoex han advertido de las dificultades de la extinción debido a la intensidad del viento, la condensación del humo, los peligrosos accesos a las llamas y la escasa visibilidad.

Según la Agencia Estatal de Meteorología, Hoyos ha sido la localidad extremeña que ha registrado esta madrugada y durante el día la racha de viento más alta, 69 kilómetros hora, y una media de 41.

Francisco Martín, un bombero auxiliar, ha admitido a Efe que "ha habido momentos de mucha tensión, sobre todo cuando cruzó y se nos metió en el pueblo".

El Ministerio de Medio Ambiente ha explicado que el fuego tiene un perímetro irregular, diferentes lenguas de fuego y muchas pavesas, lo que da lugar a focos secundarios.

Esto ha provocado que se hayan incorporado nuevos efectivos del Ministerio de Medio Ambiente, la Unidad Militar de Emergencia (UME), ayuda de las administraciones autonómicas de Andalucía, las dos castillas, Portugal y la Diputación de Badajoz, 24 medios aéreos, cerca de 80 vehículos terrestres y 549 personas en total -211 militares-.

Cada diez minutos, cinco aviones anfibios en perfecta formación, han estado haciendo esta mañana pasadas sobre Hoyos, donde se han quemado dos casas y el terreno rústico situado junto a la carretera EX-205, en dirección a Valverde del Fresno, según ha comprobado Efe.

Al pueblo, completamente tapado por el humo, han llegado algunos vecinos con la luz del día y otros como Miguel decidieron quedarse y ha confesado haber llorado cuando ha comprobado lo que han hecho las llamas en su pueblo.

El director de Comunicación de Cruz Roja Extremadura, Jesús López Santana, ha informado a Efe de que se ha habilitado un cuarto albergue en Moraleja, en este caso en su pedanía de Vegaviana.

Los 24 ancianos de la residencia de mayores Hoyos han sido internados en el Hospital de Coria, donde, a petición del Servicio Extremeño de Salud (SES), Cruz Roja ha reforzado la plantilla con cuatro auxiliares de enfermería. Un centenar de miembros de Cruz Roja están trabajando en la zona, de Extremadura, las dos castillas y Andalucía.

Cinco carreteras continúan cortadas en la zona: la autonómica EX-205 y las locales CC 32.1, CC 4.1, la CC 4.2 y la CC 7.2. La Guardia Civil ha abierto hoy al tráfico la carretera CL-526, que une las provincias de Cáceres y Salamanca, que permanecía cortada debido al incendio.

La ministra del ramo, Isabel García Tejerina, ha afirmado que la campaña contra los incendios "se está gestionando razonablemente bien", dadas las adversas circunstancias de este verano.

Ciudadanos ha pedido la declaración de la Sierra de Gata "zona catastrófica", mientras que el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, ha lanzando un mensaje de esperanza: "ahora lo vemos todo negro, pero las cosas volverán a ser de color en la Sierra de Gata, os lo aseguro. Mucho ánimo".

Luciano Labajos, de Ecologistas en Acción, ha advertido a Efe del alto valor ecológico de la Sierra de Gata, plagada de robles, madroños, alcornoques, encinas, olivos, castaños y pinares de repoblación, que suponen -estos últimos- una "bomba de gasolina" para el fuego.